MÉRIDA.- Si no sucede nada extraordinario, y debido a la disciplina partidista, Carlos Pavón Flores se convertirá hoy en el presidente estatal del PRI, un personaje a los que muchos priistas consideran gris, sin peso político para enfrentar a la oposición, y que creen será factor de división en el partido, porque llegaría más por compadrazgos y conveniencias de los que realmente mandan en el tricolor que por una probada capacidad política, capacidad para el diálogo y popularidad entre los militantes y la ciudadanía en general.

“Es un títere de Carlos Sobrino Argáez, quien tampoco tiene capacidad para el diálogo y política, sino que ha llegado a los puestos gracias a que su papá lo impone”, indicó uno de los priistas.

El consejo político se reunirá hoy al mediodía a deliberar sobre el método que usarán para elegir a su nueva directiva, aunque es probable que decida elegir a su nuevo presidente estatal.

Con miras a las elecciones de 2015, los priistas inconformes con la llegada de Pavón Flores afirman que les preocupan los procesos electorales venideros porque dudan de la capacidad del que sería nuevo dirigente tricolor, pero más les preocupan las elecciones de 2018.

Los panistas están contentos porque ven en Pavón Flores a un presidente débil y sin los tamaños para enfrentar procesos verdaderamente duros, como los que vendrán en 2015 y 2018.

Pavón Flores se formó bajo la guía de Orlando Paredes Lara, pero ha transitado por varios grupos políticos, entre ellos al Ivonne Ortega, y ahora está con Rolando Zapata, guiado por Víctor Caballero Durán, a pesar de los desencuentros que tuvieron en el pasado.

Se dice que, desde la presidencia del tricolor, Pavón Flores operará bajo las órdenes de Caballero Durán, de quien aseguran buscará la alcaldía meridana.