En su momento, en Celestún abundó el pepino de mar, pero la depredación acabó con esa especie y los pescadores pagan ahora las consecuencias.
En su momento, en Celestún abundó el pepino de mar, pero la depredación acabó con esa especie y los pescadores pagan ahora las consecuencias.

MÉRIDA.- Pescadores permisionarios de los puertos de Sisal y Celestún se reunieron con el secretario de Desarrollo Rural, Felipe Cervera Hernández y con el comisionado estatal de Pesca y Acuacultura, Delfín Quezada Domínguez, para plantearle sus dudas e inquietudes respecto a la próxima apertura de la captura de pepino de mar en la cual, por recomendaciones del Centro Regional de Investigaciones Pesqueras (CRIPY), no podrán participar.

Tras escuchar a los hombres del mar, Cervera Hernández se comprometió a llevar esas inquietudes al encargado de la Comisión Nacional de Pesca y Acuacultura (CONAPESCA), órgano encargado de otorgar los permisos de captura de este producto marino, así como de la determinación de periodos de pesca y veda, además de la autorización de los lugares y zonas donde está permitida.

Como resultado, los pescadores firmaron de conformidad una  minuta en la que se plasma el compromiso del titular de la Secretaría de Desarrollo Rural (SEDER) de hacer llegar a las autoridades federales correspondientes las interrogantes y propuestas presentadas.Como respuesta a la petición externada al doctor Álvaro  Hernández Flores, titular del CRIPY, se proporcionó a los pescadores de manera inmediata los resultados de los estudios realizados en las zonas costeras de su competencia, para determinar la viabilidad de autorizar la captura

El documento explica que, a partir de los análisis realizados en la región que comprenden Sisal y Celestún, se encontró que se cuenta con la biomasa y la talla suficiente de este producto, pero no con la densidad requerida, de modo que el órgano de investigación no ecomienda autorizar la captura, pues pondrían en riesgo a la especie.

En estos términos, investigadores del CRIPY han estipulado que para recomendar la captura del equinodermo es necesario cumplir con tres requisitos, a fin de proteger al producto: una biomasa de más de tres mil toneladas; una talla igual o mayor a los 23 centímetros dorsales; y una densidad promedio de 0.025 individuos por metro cuadrado.

En el caso de la zona de Sisal y Celestún  no se alcanza esa densidad, pues cuenta únicamente con 0.017 individuos por metro cuadrado.En el estudio también se explica que la mayor concentración del pepino de mar en esa zona se encuentra a más de 12 brazas, lo que pondría en riesgo la vida de los buzos que intenten realizar la captura.

Los pescadores le solicitaron a Cervera Hernández que sea el vínculo entre ellos y la CONAPESCA, para encontrar alternativas a este problema, compromiso que fue asumido de manera inmediata.