MÉRIDA.- La realización del Carnaval en Xmatkuil desató una serie de reacciones a favor y en contra, así como afirmaciones poco creíbles de la Comuna, que reaccionó de manera poco prudente ante el feroz ataque de priistas, medios de comunicación y políticos, quienes de manera desmesurada ven todo mal en la realización de las carnestolendas. Los empresarios, que presionaron para sacar el Carnaval del Centro, afirmaron que todo está bien.

Si se realiza en el centro o en Xmatkuil es lo de menos, pues el Carnaval siempre ha sido una gigantesca cantina y el nivel de calidad de los paseos y de las comparsas siempre ha sido bajo. A la gente le gusta ir a ver qué atrapa de los regalos que tiran desde los carros alegóricos. Bueno, lo que decayó más es la presencia de guapas y bien formadas edecanes de las cervecerías, que ahora dejan mucho que desear y portan “mucha ropa”.

A cada evento masivo, la policía da cifras, aunque los organizadores de los actos siempre dan otras muchas mayores. Sin embargo, en este caso del Carnaval, la Comuna se fue muy por encima de la cantidad de gente que realmente acudió. Números conservadores indican que el viernes habrían asistido unas 40 mil personas, mientras la Comuna dijo 65 mil y sus detractores 30 mil. El Ayuntamiento dijo que el sábado fueron 150 mil y sus opositores dijeron 70 mil.

La realización de este Carnaval dio motivo para que políticos tricolores arremetieran contra la Comuna y buscaran espacio mediático, lo mismo que diversos medios de comunicación y numerosas personas de diversas filiaciones políticas, incluidos a muchos panistas quienes desde el Facebok critican el evento

Lo cierto de todo esto es que unos  y otros, así como la Comuna mienten o por lo menos exageran o minimizan datos a fin de que cada uno lleve agua para su molino. El alcalde Renán Barrera Concha le dio a sus muchísimos detractores la oportunidad de criticarlo, aunque muchas veces sea con mala leche, y de atacar a su ya de por si tan criticada administración.

Lo realmente malo es que se haya gastado poco más de 25 millones de pesos en este festejo, dinero que bien pudieron destinarse para numerosas obras y diversas acciones en favor de los más pobres.

Satanizar el evento de la forma en que lo han hecho resta credibilidad a los que emiten declaraciones y afirmaciones extremas. No todo en el Carnaval es malo ni todo es bueno; hay que tener la prudencia para hablar con mesura y la virtud para darle al evento su justa medida, situación que ahora no sucede con los detractores del Carnaval.