Leandro Augusto disputa el balón ayer en el estadio Olímpico. (grillo porteño)
Leandro Augusto disputa el balón ayer en el estadio Olímpico. (grillo porteño)

Mérida.- Una genialidad fue la diferencia anoche en el Estadio Olímpico, donde de nuevo los Pumas se las vieron negras y perdieron 2-1 ante los Venados de Mérida, en la tercera fecha de la Copa MX, de la cual ahora son líderes del Grupo VI con ocho unidades.
El genio del encuentro fue el argentino Luis Acuña, quien no sólo marcó la diferencia con el gol, sus pases y visión de campo, sino con su entrega y decisión para ayudar al equipo en el momento más oportuno, pues parecía que llegaría una derrota más.
Acuña marcó su gol con un tiro desde fuera del área, al minuto 74, con el cual los ciervos vencieron de nuevo a los Pumas en el Olímpico, que anoche tuvo una asistencia de 12,523 seguidores, aunque parecía que hubo más de 14,000.
Dirigidos por el ex venado David Patiño, los Pumas sacaron una alineación con varios jugadores de mucho peso, como Daniel Ludueña, Leandro Augusto, Matías Brito, Darío Verón y los “Pikolines”. El rector José Narro Robles había dicho en la tarde en Mérida que, tras enchilarse con el habanero yucateco, en la noche se desquitaría ante los Venados.
El encuentro fue intenso, con mucha lucha, sobre todo en el primer tiempo, en el que no se hicieron daño, aunque los astados tuvieron opciones importantes con Freddy Martín y Taufic Guarch, pero son concretar, y los Pumas tuvieron un cabezazo de Marco Palacios que se estrelló en el travesaño.
El segundo tiempo marcó la explosión en la tribuna con gol de Aldo Polo, un contención que parece más delantero (lleva tres goles), aunque gran parte de su anotación se la debe a Acuña, quien le puso un pase con toda la ventaja. Polo tuvo el mérito de esperar y vencer al portero Alejandro Palacios, quien salió a cortar la jugada, a los 63′.
Luego de la anotación, los astados trataron de controlar el balón y fue cuando cayeron en el juego de los Pumas, quienes ya andaban desesperados e iban con todo al contragolpe. Y fue precisamente al minuto 74 cuando se les presentó su oportunidad, mediante un penal.
La jugada fue dura, pues el portero Odín Patiño salió con todo para cortar un balón, pero se llevó en el camino al delantero Víctor Sosa y el árbitro Arturo Cruz no dudó en marca el penal, aunque debió mandar a la regaderas al cancerbero yucateco, quien sólo salió con una amonestación.
Eduardo Herrera cobró y no perdonó con el empate, con 17 minutos en el reloj.
Los 12,523 aficionados no dejaron de apoyar al equipo astado, pese a que por momentos parecía que se caía en lo anímico, pero fue cuando apareció la genialidad del argentino Acuña, quien desde media cancha robó el esférico, se quitó dos marcadores y encaró hacía el centro del campo, en espera de que se desmarquen los yucatecos Freddy Martín y Ulises Briceño, y de repente sacó un disparo con efecto que libró al portero Palacios, y se convirtió en un golazo.
Luego de eso, los astados no dejaron crecer a los Pumas y tuvieron opciones que hicieron emocionar a los miles de aficionados en la tribuna.
Los Venados llegaron a ocho unidades, Pumas se quedó con cinco. Toluca llegó a cuatro, al vencer 3-2 al Atlante.-
D. Yucatán.-