MÉRIDA.- Ana Rosa Payán Cervera se alista a traicionar de nuevo al PAN, debido a su soberbia, ambición, egoísmo y a que se siente la redentora de la política yucateca, es decir se siente el mesías, el mismo complejo que tiene “El Peje”.
Varios analistas y numerosos panistas piensan que Ana Rosa “juega” para el PRI y creen que la casi inminente participación de la campechana en la contienda de 2015 forma parte de las estrategias del tricolor para dividir votos y quitárselos a Acción Nacional.
Nublada su mente por la soberbia, Ana Rosa cree erróneamente que ella le ha dado triunfos al PAN, cuando en realidad el PAN le ha dado todo a ella y la campechana ha pagado a Acción Nacional con traición, en 2007, y ahora se alista para hacerlo de nuevo.
El PAN la hizo alcaldesa dos veces, cuando Acción Nacional ganaba sin importar quien fuera el candidato, la hizo diputada local y federal y directora del DIF Nacional. En pago, Ana Rosa traicionó al PAN y, en un berrinche de niña malcriada y soberbia, en 2007 fue candidata al gobierno estatal por otro partido, contienda en la cual obtuvo una aplastante derrota, pero al final consiguió su objetivo de hacer perder al PAN. Sin el PAN Ana Rosa no es nada ni nadie.
En su afán de volver al PAN, en las elecciones de 2012 se acercó al partido y consiguió que la colocaran en la lista plurinominal de candidatos a diputados locales, en donde quedó en tercer lugar. Los dos primeros de esas listas se convirtieron en diputados, de modo que ante la inminente salida de Víctor Hugo Lozano, quien buscará el IV Distrito federal, Ana Rosa debe asumir el cargo.
Sin embargo, planea traicionar, y decimos traicionar porque ella hizo un compromiso con el PAN que ahora no está dispuesta a cumplir y busca otro cargo en otro partido, cualquiera que éste sea, con tal de satisfacer a su soberbia y porque se siente redentora de la política.
Fuera del PAN la campechana no ha ganado nada y así seguirá en las elecciones de 2015 si se va con otro partido, excepto si el PRD la coloca en un buen lugar en la lista plurinominal de diputados, ya sea locales o federales. Sin embargo, en este caso tampoco habría ganado sino que sería un regalo.
Se ve difícil que Ana Rosa pueda ganar la alcaldía meridana fuera del PAN e incluso compitiendo por este partido, debido a que las nuevas generaciones no la conocen y lo que saben de ella es que ha dado bandazos, porque de 2007 a la fecha le ha seguido el juego al PRI, ya que Ivonne Ortega la hizo consejera del INAIP, y luego se acercó al PAN, que la puso en su lista de candidatos plurinominales locales.
Ana Rosa podría competir en Movimiento Ciudadano, en donde milita su incondicional amiga, soberbia igual que ella, Silvia López Escoffié, o por el PRD, que busca candidatos. Se ve difícil que el Partido Encuentro Social (PES), que se estrena en la elección de 2015, le ofrezca una candidatura, ya que se supone que busca candidatos ciudadanos, que no sean políticos.
Sin embargo, si tomamos en cuenta que para que conserve su registro debe conseguir casi 39 mil votos, el PES podría, si cree que Ana Rosa sigue vigente, ofrecerle la candidatura a la alcaldía meridana.