Fraccionamiento Yucalpetpetén. (grillo porteño)
Fraccionamiento Yucalpetpetén. (grillo porteño)

MÉRIDA.- Aquejado por la detención de sus hijas de 19 y 16 años de edad, que fueron puestas a disposición de la Fiscalía General del Estado (FGE), junto con otras ocho personas que intentaron extorsionarlo, Marco Antonio B.L. se presentó ante esta institución para otorgar el perdón a todos los involucrados.
Acusados de tentativa de extorsión luego de solicitarle la cantidad de 600 mil pesos con la versión de que una de sus hijas estaba “desaparecida”, los 10 involucrados fueron detenidos y puestos a disposición de esta dependencia, en donde se procedió a las indagatorias para dar a fondo con lo sucedido.
De acuerdo a las investigaciones de los agentes ministeriales de la Fiscalía, durante la tarde del día 11 de diciembre, tres hermanas de 19, 16 y dos años de edad, acudieron al parque del fraccionamiento Yucalpetén a dar un paseo, pero tiempo después regresó a la casa paterna la mayor de ellas, señalando que las dos menores se habían adelantado pues la más pequeña necesitaba ir al baño.
Acompañada de su padre, la hija mayor regresó al parque para ubicar a sus dos hermanas; en tanto, la pareja sentimental del jefe de familia recibió una llamada en su casa, solicitándole la citada cantidad de dinero, con el argumento de que tenían en su poder a la bebé y la adolescente de 16 años de edad.
La familia, oriunda del estado de Veracruz, dio aviso a las autoridades policiacas, implementándose un operativo, tras el que la hija mayor empezó a mostrar nerviosismo, hasta que luego de varias horas terminó por arrepentirse y contarle toda la verdad a su papá, aceptando que ella y su hermana habían planeado todo y que estaban sin correr peligro alguno en un cuarto que rentaban unos amigos.
Ante los hechos, la hija mayor habló por teléfono con su hermana de 16 años, a quien le dijo que ya le había contado toda la verdad a su familia, por lo que se procedió a ir al sitio a donde se encontraban, poniendo a disposición a las 10 personas involucradas, incluidas las dos hijas de la familia.
De acuerdo con lo estipulado en el Código Penal, cuando una persona incurre en tentativa de extorsión y dicho delito es cometido por un familiar descendiente, dicho delito es presentado por querella y por lo tanto es susceptible de perdón, mismo que abarca a todas las personas que estuvieron involucradas.
En este caso, las hijas que planearon dicha extorsión se desistieron de obtener cualquier lucro y confesaron lo sucedido, por lo que al llegar el perdón del padre de familia, quedó sin efecto la querella interpuesta.