Daniel Luque con la oreja que le cortó al primer toro de la tarde, ayer domingo. (grillo porteño)
Daniel Luque con la oreja que le cortó al primer toro de la tarde, ayer domingo. (grillo porteño)

MÉRIDA.- El matador español Daniel Luque y el mexicano Octavio García “El Payo” cortaron a una oreja, para compartir los honores en el festejo del domingo en la Plaza de Toros Mérida, la segunda de la temporada y la primera en el Coso de Reforma, que lucio poco más de media entrada.
El pasado tres de noviembre se abrió la temporada con la corrida inaugural la Plaza Coliseo Yucatán, que resultó un inmueble no apto para la fiesta brava.
En general, los toros de El Junco fueron faltos de energía, ya que rápidamente perdieron fuerza y se refugiaban en las tablas o de plano se iban de bruces.
En el primero, Santi, Daniel Luque, pudo realizar una buena faena natural, con puros derechazos, a un animal que constantemente se fue al suelo, bien por falta de fuerza o bien por el engaño del español, aunque fue el mejor, ya que tuvo clase y una embestida buena.
Lo mató de una buena estocada que mereció la primera oreja de la corrida, solicitada, eso sí, por la mayoría del público.
En su segundo del lote y cuarto de la tarde, un toro de nombre Victorino, Luque comenzó su faena con el capote con cuatro pases de rodillas. De hecho el burel parecía que tenía la energía que le faltó a los anteriores, pero luego del puyazo y las banderillas, se cayó. El gozo se fue al pozo y los aficionados se tuvieron que conformar con otorgar palmas al torero español que las agradeció en todo lo que vale y quien se esforzó, pero el toro fue muy malo.
“Me hubiera gustado cuajar esa faena, pero el toro perdió fuerza. Pero estoy contento con lo logreado en Mérida, que es una plaza importante”, dijo al abandonar la plaza.
Por su parte, “El Payo” se fue en blanco en el primero de su lote, Camilo, un toro de medio recorrido, al que mató con una estocada hasta la empuñadura, pero un poco caída por lo que no tuvo premio.
Pero en su segundo toro, Ma-Fer, de 530 kilos, un toro correlón que se vino a parar tras el puyazo y las banderillas, le cortó una oreja.
El público exigió al Juez de Plaza, Ulises Zapata León, la segunda oreja del festejo luego que el matador mexicano logró cuatro tandas de derechazos que levantaron el “Oleeee” y lo mató con una gran estocada.
“Fue una oreja forzada, que fue otorgada por el Juez presionado por los aficionados”, indicó un aficionado al reportero.
El que no tuvo suerte este domingo en Mérida fue Juan Pablo Sánchez, ya que se fue en blanco en sus dos toros en suerte: Jero y Paturro, este último el peor, ya que tuvo que ser matado en las tablas, en donde se refugió cuando sintió los muletazos y capotazos.