El PTA acoge la primera ‘game jam’, un evento internacional que se celebra este fin de semana en más de 75 países.- (Grillo Porteño)
El PTA acoge la primera ‘game jam’, un evento internacional que se celebra este fin de semana en más de 75 países.- (Grillo Porteño)

MÁLAGA.-Málaga acoge por primera vez este fin de semana una ‘game jam’: un desafío en el que hay que crear videojuegos en grupo, y en un máximo de 48 horas. Ésta se enmarca dentro de la Global Game Jam, un evento a nivel internacional que está presente en más de 75 países, donde se pone a prueba la creatividad y que consigue movilizar a más de 15.000 personas, entre profesionales y aficionados al videojuego.
El espacio de coworking de Promálaga situado en el Parque Tecnológico de Andalucía (PTA), situado en Málaga, acoge este fin de semana a más de 40 personas que se han querido sumar a este reto. Los responsables de que haya nacido ‘Málaga Jam’ son siete jóvenes que se dedican profesionalmente al mundo del videojuego en la ciudad: Javier Cepa fue el principal ideólogo, y le siguieron en su empeño Elena Blanes, Jesús Fernández, David Rico, Juan Francisco Campos, Alejandro Rico y Alberto Rico.
Ingenio y variedad
‘What do we do now?’ (¿Qué hacemos ahora?) es el tema en torno al que deben girar los videojuegos que se creen durante este fin de semana, lanzado por la organización de Global Game Jam. Según cuentan los promotores de la iniciativa local, las propuestas en las que se están trabajando “sorprenden por el ingenio y por la variedad con la que se desarrollan”. Hay juegos en los que hay que esquivar obstáculos; de zombis que no saben qué hacer con la humanidad; personajes que se pierden y se encuentran en laberintos; sobre viajes en el tiempo; en formato multipantallas o basados en la interconectividad de distintos usuarios.
“Esto puede servir de empujón a la industria local del videojuego porque es una manera de crear sinergias entre profesionales y de conocer cómo trabajan otras personas”, señala Javier Cepa. Por lo demás, los organizadores animan a disfrutar de la experiencia pero con calma, respetando las horas de sueño y con el principal objetivo de disfrutar y de aprender del que se sienta al lado.