Fueron velados en la funeraria Reyes Rodríguez.- (Grillo Porteño)
Fueron velados en la funeraria Reyes Rodríguez.- (Grillo Porteño)

PROGRESO.- Aún sin reponerse de la trágica noticia, que causó consternación en los círculos pesqueros, numerosos amigos y familiares dieron la última a los tres jóvenes pescadores que murieron en un accidente automovilístico en la carretera Progreso-Mérida, el miércoles en la noche.Después que fueron velados en la funeraria Reyes Rodríguez y 36 horas después del fatal desenlace fueron sepultados los jóvenes pescadores, en medio del llanto de sus familiares y acompañados de vecinos y amigos.
Aunque los tres jóvenes Felipe Aménica Baqueiro, Román Calderón Sosa y José María Loría Sánchez fueron velados en la funeraria Reyes Rodríguez, el jueves durante toda la noche, el sepelio fue por separado y sólo a José María lo llevaron al templo de la Purísima Concepción y de San José, para misa de cuerpo presente, que a las 7 horas ofició el párroco Francisco Mukul Domínguez.
-No pierdan la confianza en Dios, los que creen en Cristo tienen la esperanza de la vida eterna –expresó el sacerdote para confortar a los deudos del José María, de 21 años de edad.
Víctor Loría y Guadalupe Sánchez, papás del infortunado pescador, recibieron el pésame de sus vecinos y de los amigos de José María, cuyo cuerpo fue trasladado a su casa de la calle 88 entre 37 y 39 de la colonia Canul Reyes y después, a las 10 de la mañana, se realizó el sepelio.
Media hora después, de la funeraria Reyes Rodríguez salió el cortejo fúnebre con el cuerpo de Felipe Aménica Baqueiro, encabezado por su mamá Yolanda Baqueiro, quien desconsolada por la pérdida de su hijo, fue sostenida por sus otros hijos mientras caminaban rumbo al cementerio.
-Se atrasó el funeral de Felipe, porque su papá estaba de viaje en un barco de la flota mayor, así que avisaron por radio para enterarlo del trágico suceso; el barco suspendió la pesca y retornó al puerto para que el pescador asistiera al sepelio de su hijo –dijo un vecino.
El tercer sepelio fue el de Román Calderón Sosa, vecino de la calle 84 entre 33 y 35; el féretro salió de la funeraria Reyes Rodríguez poco antes de las 11 de la mañana.
Los tres jóvenes pescadores eran muy conocidos en los círculos pesqueros, viajaban en barcos de la flota mayor de Yucalpetén, en donde la noticia de sus muertes causó consternación.
Se cree que el auto viajaba a poco más de 150 kilómetros por hora, ya que la bajada del puente de Komchén hizo que el chofer perdiera el control del volante y además sólo una gran velocidad pudo hacer que el auto se partiera en dos, como sucedió con el Honda en el que viajaban.