Yahayra Centeno ahora cobra los favores que les hizo a sus amigos para apoyarla en su campaña. (Grillo porteño)
Yahayra Centeno ahora cobra los favores que les hizo a sus amigos para apoyarla en su campaña. (Grillo porteño)

MÉRIDA.- No cabe duda que la precandidata a diputada por el segundo distrito local, Yahayra Centeno Ceballos cobra muy bien los favores que hace, pues a las personas que ayudó a tener trabajo en el Ayuntamiento de Mérida les pide que la acompañen a lo largo de su precampaña, como pudo verse en el pasado “debate” de precandidatos.
Los empleados municipales no tienen más opción que seguir, aplaudir y gritar a favor “Yaya” (como le dicen los panistas) en todos los mítines, debates y encuentros con la militancia que realiza.
Luego de trabajar por más de ocho horas, todas esas personas que tienen empleo en la Comuna gracias a la edil tienen que devolverle el favor respaldándola en esta proceso interno del PAN.
Es decir, lo hacen por obligación, no por convicción. Los empleados municipales (de bajo rango, desde luego) se ven en la necesidad de aplaudir y gritar a favor de la precandidata porque no les queda de otra.
Este medio de comunicación pudo observar que estaban en el “debate” que se realizó en el parque de San Jerónimo los trabajadores Daniel Salamanca y Juan Gabriel Pacheco Uc, así como Marianita, quien fue asistente de Yahayra cuando estaba en funciones de regidora, y que ahora está bajo las órdenes de la suplente, Cheryl Pech Pech.
A la muchacha la ocupan todo el día, desde las nueve de la mañana que entra al Ayuntamiento hasta las 9 o 10 de la noche (si no es que más tarde) cuando acompaña a “Yaya” para tomarle fotos, y todo por 4 mil pesos al mes.
Todos ellos tienen que sacrificar su tiempo libre para apoyar a la concejala con licencia, gritando y aplaudiendo como si estuvieran en un mitín del PRI.
De hecho, el pasado encuentro con los tres aspirantes empezó a las 8:30 pm y finalizó casi a las 10 de la noche, hora en la si tienen suerte todos los trabajadores citados podrían regresarse a sus casas.
De hecho, hasta el jefe de prensa de la bancada de regidores del PAN tiene que apoyar a la sobrina de Rosa Ceballos porque no le queda de otra; aunque no asiste a los eventos, el vocero de los concejales panistas tiene que enviar comunicados con las “fabulosas” propuestas de la edil, obviamente sin recibir un peso a cambio, como tampoco los demás reciben ningún apoyo extra por estar la tarde y la noche pidiendo el voto por “Yaya”.
En una clara diferencia, los equipos de los demás contendendientes, Ramón May y Jonatan Paz, como no trabajan en el gobierno municipal están con los aspirantes por convicción, no porque tengan que devolver un favor, como es el caso de los colaboradores de Yahayra.
Por cierto, los operadores de Ramón May son Sofía Castro, Rodolfo González, Carmita González, Paty Gamboa, Joaquín Díaz Mena, entre otros, mientras que los de “Yaya” son los mismos que operaron la precampaña de Martín Uicab, por lo que su suerte ya está echada, al igual que la de Kathia Bolio y Josué Camargo.