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PROGRESO.- De manera atípica, en los últimos 30 días el puerto vivió una “ola” de violencia, que dejó como saldo dos asesinatos, un robo a punta de pistola, un enfrentamiento entre vándalos y el intento de asalto a una joven estudiante, sucesos que conmocionaron al municipio, que no está acostumbrado a este tipo de sucesos.

Afortunadamente, en todos los casos, excepto en el intento de asalto a la jovencita, las autoridades detuvieron a los responsables de los actos violentos, en especial a los que asesinaron a dos personas.

Esta “ola” de violencia comenzó el 16 de febrero con el asesinato de Martín Rafael Amado Canche, encargado de un Cervefrío ubicado en la calle 29 entre 94 y 96 de la colonia Juan Montalvo, cuando Jhonatán K. intentó asaltar el negocio y, debido a que el encargado opuso resistencia le clavó en el pecho un cuchillo. El presunto asesino fue detenido poco después.

El jueves 5 de marzo, en un ataque al estilo de las mafias, dos motociclistas abatieron con siete tiros a Julio Solís Pool (a) “Canalla”, cuando éste estaba en la puerta de su casa y quien murió al día siguiente a consecuencia de las lesiones que sufrió.

Uno de los presuntos atacantes fue detenido minutos después del ataque, ya que chocó la moto que conducía, aunque el otro atacante huyó y se llevó el arma homicida, de calibre nueve milímetros. Hasta ahora no han detenido al segundo sujeto.

Se dice que fue un ajuste de cuentas entre los involucrados en la venta ilegal de diésel, que llega en barcos que supuestamente traen a reparar, pero que en realidad traen ese combustible.

Luego, el mismo jueves 5 de marzo, una pareja que iba en moto intentó asaltar a una estudiante, frente al edificio de Centro de Alto Rendimiento, ubicado muy cerca del centro, pero la presencia de dos estudiantes evitó que se consumara el atraco.

La violencia continuó el sábado 7 de marzo en la noche, cuando en el fraccionamiento “Héctor Victoria” se enfrentaron a pedradas integrantes de las bandas “Los Norteños” y los “Morenos”, con saldo de un vehículo dañado, que estaba estacionado y seis presuntos vándalos detenidos.

Luego, en la madrugada del domingo 8, Rolando P.H., apodado “Cagahilo” y de 30 años de edad, entró al bar “El Faro” y a punta de pistola despojó de $1,300 y de un celular a un parroquiano que bebía tranquilamente. Al asaltante huyó en una motocicleta, pero más tarde fue detenido por la policía, a las puertas del bar “Conga Beach”.

Hasta antes de esta serie de actos violentos, el azote del puerto era  Reyes Jesús Alonzo Och (a) “Tocanalgas”, quien se dedicaba a espiar mujeres en Chicxulub Puerto o tocarlas en las calles, además de que abusó sexualmente de una niña de primaria, razón por la cual está en la cárcel en espera del juicio que se le seguirá.

El último gran acto delictivo en este puerto fue el millonario robo a la platería Taxco, aún no esclarecido, y que dejó como botín más de dos millones de pesos.

Otro suceso, aunque no fue violento, fue la detención del narcotraficante y delincuente Víctor Aguirre Garzón (a) “El Gordo”, quien fue detenido el martes pasado en la zona veraniega ubicada entre Chelem y Yucalpetén. También está relacionado con la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.- José Sierra Herrera.