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MÉRIDA.- Agobiado por sus múltiples achaques, Juan de Dios Torres Cervera, de 80 años de edad, no quiso esperar a que la muerte viniera por él, y decidió mejor ir a su encuentro.
El octogenario se ahorcó en su domicilio ubicado en Valladolid, donde lo encontró muerto su hija que fue a llevarle el desayuno.
Se informó que don Juan padecía diabetes e hipertensión, y al parecer eso lo orilló a ponerle fin a su existencia, colgándose de la soga de una hamaca.
Una de sus hijas subió al cuarto donde dormía el anciano para llevarle su desayuno y se llevó la desagradable sorpresa de encontrarlo sin vida.