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MÉRIDA.- Cansado de no llevarse bien con su esposa, César Manuel Santos Camas decidió poner fin a la situación.
Sin embargo, en lugar de pedirle el divorcio o simplemente separarse de ella, ingirió ácido muriático cuando se encontraba en estado de ebriedad.
Este singular caso ocurrió en el municipio de Ticul, donde Santos Camas, de 44 años de edad y de oficio hojalatero, llegó a su casa en estado de ebriedad y sin decir más tomó el ácido muriático.
La reacción no se hizo esperar y el individuo comenzó a convulsionar, por lo que sus familiares lo llevaron enseguida al centro de salud.
Sin embargo, su estado de salud se complicó porque empezó a vomitar sangre, y fue enviado al hospital regional del Issste en Mérida