PROGRESO.- Con el objetivo de atraer grandes buques de Asia y Europa y de aligerar el transporte de la carga, la Administración Portuaria Integral (API) planea la tercera ampliación de la terminal remota -de entre 40 y 60 hectáreas de terrenos para nuevas terminales especializadas y por lo menos 1,500 metros de muelles de atraque-, y dragar el canal de navegación, para que tenga 42 pies de calado.

Estas obras se realizarían a quince años de que se realizó la segunda ampliación del puerto de altura y construcción del canal de navegación que permitió el arribo de buques grandes dimensiones, como cargueros, portacontenedores, graneleros y cruceros.

Raúl Torre Gamboa, director de la API, habla de los proyectos portuarios, así como de las obras que se realizan en el puerto de altura, en las que se invierten mil millones de pesos, como son el viaducto alterno, que debe terminar a fines de 2016, el Centro Regulador que se ubica a la salida de la ciudad, y la plaza comercial ubicada en la entrada del puerto, la cual tiene 96 por ciento de avance.

Entre los proyectos de la API está el Centro de Negocios, que estará ubicado en el costado oriente en la entrada del viaducto de arcos del muelle fiscal, así como la marina turística que ocupará un terreno al sur de la Aduana Marítima, en los cuales se planea una inversión de $160 millones.

Ese  proyecto no es nuevo, explicó el ingeniero Torre Gamboa, entrevistado en sus oficinas de la API, pues existe desde hace 10 años cuando comenzó a hablarse de la escalera náutica en el estado, pues hay puertos a lo largo del litoral, pero están limitados para el atraque de cruceros grandes.

“En ese contexto se elaboró el proyecto de construir una marina turística en la terminal remota, pero aún no se concreta; la licitación se hará hasta que haya interesados y por ahora no los hay”, precisó el entrevistado.

El proyecto más ambicioso e importante que tiene la API para el puerto de altura es la ampliación de la terminal remota, con obras de dragado del actual canal de navegación para alcanzar un calado de 42 pies (12.8) metros, ya que en la actualidad tiene 32 pies (9.75 metros).

También se proyecta ampliar de 25 a 50 metros el ancho del canal de navegación, para que tenga de 175 a 200 metros de ancho, ya que ahora tiene 150 metros de ancho. También se ampliaría la longitud del canal que ahora mide 7.5 kilómetros, de modo que con las obras de ampliación el canal aumentaría de 2.5 a 3 kilómetros más. La boya de recalada, que ahora está a 14 kilómetros de la costa estaría a 16 kilómetros de la playa.

Con el material que se obtenga de los trabajos del dragado para ampliar el canal y llegar a los 42 pies de calado, se haría nuevo relleno para que la terminal remota cuente con entre 40 y 60 hectáreas.

En esa obra, considerada como futura ampliación de las instalaciones portuarias, la inversión es de alrededor de 2,500 millones de pesos y se realizaría en 24 meses, precisó el ingeniero Raúl Torre, quien recordó que cuando fue gerente de comercialización de la API -de 1998 a 2008-, tuvo a su cargo la elaboración de Plan Maestro del puerto de altura y se incluyó ese proyecto para que el puerto llegue a los 42 pies de calado.

Raúl Torre explicó que al aumentar el calado del canal de navegación y contar con unas 60 hectáreas de terrenos, se podrán construir 1,500 metros de muelles de atraque, terminales especializadas para fluidos, gas natural, licuado propano y asfalto. Pemex podría instalar tanques de almacenamiento  y podría haber una segunda terminal de contenedores.

También llegarían barcos con más capacidad de carga, con la “panza” llena, no a media carga como ocurre ahora, debido a la falta de calado suficiente; al traer más carga, bajará el costo del transporte.

Raúl Torre precisó que podrán venir buques directos de Asia y Europa, no habría necesidad de trasbordos, el transporte de la carga duraría menos y eso se reflejará en la economía del estado y la Península.

En cuanto al Centro Regulador de Transportes, que con una inversión de casi $34 millones se construye en la salida del puerto, Raúl Torre detalló que mide 2.5 hectáreas y que albergará A 140 camiones de carga; tendrá restaurante y llantera entre otros servicios, a fin de que no haya pretexto  de parte de los traileros para que salgan con sus camiones a la ciudad.

La idea es que en las calles de la ciudad no haya tractores y contenedores, ya que todos se concentrarán en el Centro Regulador de Transporte, el cual deberá estar listo a fines de año.

Respecto a la plaza comercial, en la que se invirtieron $20 millones y está casi lista, cuenta con 11 locales comerciales que serán dados en renta a empresas para que instalen restaurantes, tiendas y joyería entre otros.

En cuanto a la terminal de fluidos, ya concesionada y en la que se invertirán mil millones de pesos, los concesionarios ya comenzaron con los preparativos para colocar sus instalaciones entre ellos tanques para almacenar todo tipo de fluidos como aceites, cebo, gasolinas, turbosina, diésel y asfalto.

La terminal para diques, que también ya fue licitada, puede comenzar a reparar plataformas petroleras. El dique seco se construye en Holanda, se ensamblará en Cuba y después lo trasladaran por mar a la terminal remota.