MÉRIDA.- Luego de robar $230 mil, a punta de pistola con la que le apuntó a una niña, el chilango Raymundo Zamora López o Esteban Torres Landa, fue condenado a cinco años de prisión, junto con su cómplice, el colombiano César Enrique Bravo Suárez, quien ayudó a huir al capitalino, a bordo de una moto.

Fueron condenados mediante un proceso abreviado, con el que se evitó un juicio oral, acusados del delito de robo cometido con violencia, luego de atracar a una pareja de San Felipe y amenazar con una pistola a una niña.

La jueza de control del primer distrito judicial del sistema penal acusatorio y oral, Blanca Beatriz Bonilla González, presidió la audiencia de lectura y la explicación de sentencia del caso.

La jueza Bonilla González le explicó que deberá pasar en prisión cinco años, 135 días multa, les dijo que les negó beneficios, además de que les suspendió sus derechos políticos, del decomisó el arma y que deberán devolver la moto, a quien acredite la propiedad. No les pidió que repararan los daños, porque ya lo habían hecho antes.

El 9 de septiembre los señores Rangel Faustino Contreras Aguilar y Natividad Lara Narváez llegaron a esta ciudad a bordo de su camioneta, para comprar material de fibra de vidrio para la fabricación y reparación de embarcaciones.

Cuando Natividad Lara, acompañada de su hija, estaba a bordo de la camioneta Lobo, sobre la calle 46 entre 49 y 51, del centro, enfrente al negocio “Atlan Plastic”, el chilango entró al vehículo por el lado del copiloto, apuntó a la niña y le exigió a la señora que le entregara el dinero.

El chilango le dijo a la mujer que si no le daba el dinero le dispararía a la niña y comenzaron a  forcejear porque el sujeto quería el bolso de la mujer, pues ahí estaban los $230,000. Al ver a su mujer en apuros, el esposo se acercó, pero fue amenazado por el ladrón, y ante el temor que le hicieran daño a su familia entregó el dinero.

Enseguida se acercó a la camioneta el colombiano, a bordo de una moto, para llevarse lejos a su cómplice. A unas cuadras del lugar se cambiaron de playeras, para despistar, pero no contaron que las cámaras de seguridad del negocio, al igual que las que tiene instaladas la policía por toda la ciudad, ayudaran a ubicarlos cerca y los detuvieran.

Finalmente, se recuperó nada más 98 mil pesos en efectivo, luego del operativo puesto en marcha por la Secretaría de Seguridad Pública.