MÉRIDA.- Los integrantes de la llamada alianza decorativa patearon a sus “padrinos” políticos, para tratar de formar un bloque que se oponga a Jesús Pérez Ballote, pero resulta que como no se pusieron de acuerdo en quien sería el candidato, de modo que acordaron elegirlo por medio de un sorteo, lo que es considerado una burla a los panistas.

En una reunión realizada en la madrugada de ayer miércoles, los cuatro aliados, Henry Cetina Cámara, Felipe Duarte Ramírez, Fernando Rojas y Luis Canto García, no se ponían de acuerdo en quién sería el candidato para la elección del presidente del Comité Directivo Municipal meridano.

Sin embargo, elegir al candidato mediante un sorteo es una burla, ya que demuestra que no son capaces de dialogar entre ellos para ponerse de acuerdo, además dejar que el azar decida puede dar como resultado que sea electo el menos capaz, aunque a decir verdad de los cuatro no se hace ni medio político.

Son personas sin carisma, sin “arrastre”, con una carrera política mediocre, en especial Fernando Rojas. Los cuatro han tenido cargos debido a sus buenos padrinos, pero a pesar de haber tenido tribuna para destacar siguieron siendo grises, porque carecen de oficio político y de capacidad de diálogo y de comunicarse con la gente.

Amparados en las penumbras de la madrugada, los cuatro “fantásticos”, que según varios panistas son un bloque de papel, trataban de ponerse de acuerdo, pero sus propios intereses personales lo impedían.

A esas horas de la madrugada, cuando el frío se dejaba sentir, hizo su aparición al lugar de la reunión el soberbio y prepotente diputado local Manuel Díaz Suárez, “cerebro” de Henry Cetina, pero Felipe Duarte lo sacó del lugar, porque el diputadito no debía opinar ni sugerir nada.

Enfrascados en su debate para tratar de ponerse de acuerdo en quien sería el candidato de esa alianza, fueron interrumpidos por una llamada del diputado Elías Lixa Abimerhi a Fernando Rojas, pero el ex secretario particular del gobernador Patricio Patrón no contestó la llamada.

Minutos más tarde, sonó el teléfono de Luis Canto, pues le llamaba su madrina, protectora y cuidadora Beatriz Zavala Peniche (a) “La Tía Betty”, pero el ex empleado municipal tampoco le contestó a su madrina política.

Las llamadas eran para tratar de convencerlos de que desistieran de su loca aventura, ya que no ganarán nada y se llevarán una aplastante derrota. Sin embargo, envalentonados al calor de lo que ven como un posible triunfo “patearon la mano que les mece la cuna”.

Valdría la pena saber si los panistas están de acuerdo en que mediante un sorteo elijan al candidato a dirigir al CDM de esta ciudad, sobre todo que Acción Nacional grita a los cuatro vientos que es democrático y que prefiere el dialogo y e consenso.