MÉRIDA.- No hubo tercera, ya que la segunda fue la vencida: luego de que la semana pasada informamos que Pablo Quiñonez Guzmán se paseaba en “chanclas” y en short en horario laboral, el joven fue despedido de su cargo de jefe del departamento de la Juventud de la Comuna.

La primera pifia de este joven, como publicamos oportunamente y antes que nadie, engañó a varios empleados de la Dirección de Desarrollo Humano (a la que está adscrita Mérida Joven), diciéndoles que su contrato no sería renovado cuando la verdad era que Pablo quería beneficiar a sus amigos de Acción Juvenil con esos contratos.

Apenas el 30 publicamos que en las redes sociales circulaba la imagen de un funcionario municipal caminando por la calle en short y chanclas en pleno horario laboral. Se trataba del polémico Pablo Quiñones Guzmán, jefe del departamento de Mérida Joven, quien según lo publicado en las redes sociales, a las diez y media de la mañana se encontraba en la peluquería, en short, chanclas y playeras.

Sin embargo, el alcalde Mauricio Vila Dosal, al finalizar la sesión extraordinaria de Cabildo dijo a este medio de comunicación que el polémico Quiñones Guzmán renunció a su puesto, aunque aclaró que no hay un sustituto en el área que corresponde a la Dirección de Desarrollo Humano.

Según fuentes cercanas a Pablo Quiñones el ex funcionario ya traía conflictos desde la administración pasada y ya le habían levantado reportes administrativos por indisciplina y por faltar a su trabajo.

Desde la administración pasada el joven fue reportado por faltar a sus labores y de no trabajar en las horas designadas.  A pesar de que sus superiores le llamaron la atención, la actitud de Quiñones Aguilar siguió, al grado que faltó en numerosas ocasiones a su trabajo y organizaba eventos por su cuenta sin informar a sus superiores.

Se dice que jamás contestaba las llamadas telefónicas de sus jefes inmediatos y llegaba a su centro de labores poco después de las 11 horas. Quiñones Aguilar formó un grupo de seguidores con el que ostentaba cierta fuerza política, pero al final, fueron su propio círculo de amigos quienes delataron los antecedentes del joven, quien al parecer siguió manteniendo esta conducta.