PROGRESO.- Este año “pinta” para ser uno de los más violentos en la historia del puerto, pues en apenas 30  días se han cometido dos crímenes, mientras que en todo 2015 se cometieron tres, aunque el año pasado hubo asaltos en la ciudad y en altamar, y un niño pistolero en una escuela primaria.

Los dos sangrientos crímenes de este año ocurrieron en el primer mes y las víctimas fueron dos personas con discapacidad mental: un hombre de  44 años de edad y una mujer de 25 años; los dos fueron asesinados con saña, golpeados en la cabeza y el abdomen con piedras y maderas, que les causaron severas heridas que les ocasionaron la muerte.

El primer asesinato fue el de Jesús Martín Ravell Benavides, de 44 años y quien era empleado de la Comuna, pues laboraba en la Casa de la Cultura; fue asesinado el 14 de enero por Jorge de Jesús Canul Gamboa “El Pulpo”, quien al día siguiente que hallaron el cuerpo de su víctima se entregó a la justicia.19.9

El segundo homicidio fue el de Beatriz Guadalupe Azueta Acosta (a) “Betty”, de 25 años de edad, y ocurrió entre el viernes y sábado pasado; todavía no se ha esclarecido el caso, aunque todo apunta a que el homicida sería “Willy”, un teporocho con quien “Betty” vivía en un campamento pesquero del playón poniente y éste desapareció desde antes que hallaran el cuerpo de la infortunada joven.

Las autoridades ministeriales y policíacas buscan a “Willy”, aunque el único dato con que cuentan es que es originario de Mérida, que vivía en la colonia Mulsay, de donde llegó al puerto meses atrás, trabajó como pescador y luego se convirtió en bebedor consuetudinario.

Algunos pescadores que conocen a “Willy” piensan que debido a que no tiene dinero, lo más seguro es que esté escondido en algún predio de la zona veraniega de Chelem o Chuburná e indican que los que podrían tener más información sobre ese sujeto son los grupos de teporochos que viven en la playa.

Además de los dos asesinatos, en lo que va del año han ocurrido varios robos en predios del puerto, en negocios del centro de la ciudad, así como a habitantes que han sido víctimas de la banda de la motocicleta, quienes incluso han intentado entrar a predios de las colonias tratando de engañar a las propietarias mayores de edad pensando que están solas en sus casas.

En el 2015 ocurrieron tres crímenes, de los cuales el más sonado fue el del “Canalla” -Julio Solís Pool-,  quien el 6 de marzo fue acribillado por dos pistoleros, cuando el ahora occiso estaba a las puertas de su casa de la colonia Francisco I. Madero. Uno de ellos fue detenido luego que la motocicleta en la que huían chocó contra una  camioneta.

El “Canalla”, a quien se le vinculó con la venta ilegal de diésel robado, que se vendía a embarcaciones de la flota mayor, le propinaron una ráfaga de balas y lo dejaron moribundo.  El caso del crimen fue cerrado al aceptar su culpabilidad el detenido, pero hasta donde se sabe aún siguen abiertas las investigaciones sobre el trasiego de combustible, aunque están a cargo de las autoridades federales, las cuales ya tendrían los nombres de las personas que compraban el diésel para sus embarcaciones.

Otro crimen sangriento ocurrió el 17 de febrero de 2015, cuando un encapuchado apuñaló a José Amaro Canché, encargado de un expendio de cerveza ubicado en la calle 94 con 29, en el poniente de la ciudad. El presunto asaltante y asesino que estaba encapuchado fue detenido en una cantina cercana.

El 21 de noviembre, en una marina turística de Yucalpetén fue asesinado a machetazos Ismael Gómez, alias “El Loco”, de 40 años de edad, quien desde hacía varios años vivía solo en el puerto de abrigo de Yucalpetén. El móvil fue robo en una de las marinas, acción de la que el ahora occiso habría sido testigo y lo ultimaron para que no identificara a los ladrones.

El miércoles 18 de noviembre desapareció en Chelem Saulo Valladares Alonzo, de 35 años de edad, quien trabajaba como intérprete para canadienses que residen en ese puerto. Carmen Valladares, hermana de Saulo, denunció la desaparición de su  familiar.

Dos meses y medio de la desaparición, señala Carmen Valladares, las cosas siguen igual, pues no hay noticias de Saulo y las investigaciones no avanzaron; la mujer afirma que las autoridades no pusieron empeño para esclarecer el caso.

A principios de julio pasado, un comando armado con encapuchados asaltó de manera violenta dos barcos pesqueros langosteros que estaban fondeados en el arrecife Alacranes; a los pescadores  los amarraron, los hincaron y los encañonaron. Los asaltantes se llevaron dos toneladas de langosta, pero a los presuntos delincuentes los detuvieron semanas después, aunque el crustáceo no apareció.

A fines de octubre, cuatro encapuchados asaltaron la congeladora Mariscos Progreso, de donde se llevaron un botín de 500 kilos de langosta y media tonelada de pepino de mar. El caso no fue esclarecido.

Otro caso que captó la atención de los progreseños fue el del niño pistolero, un alumno de la primaria Maniobras Marítimas, quien llevó una pistola a esa escuela el 17 de septiembre pasado, pero se supo dos días después y causó psicosis en los colegios del puerto.