MÉRIDA.- Existe un enojo entre los ciudadanos porque los regidores panistas de Mérida Primo Martínez Semerena y Víctor Merari Sánchez Roca “caminan agachados”, ya que a pesar de estar ampliamente documentado su ausentismo laboral y falta de desempeño nadie les dice nada ni los reprende porque “son la autoridad”.

Con el despido más que justificado de Pablo Quiñones Guzmán, de la jefatura del departamento de la Juventud de la Comuna, muchos usuarios de redes sociales y personas en general comentan que así como cesaron a este muchacho deberían también hacer algo contra Primo Martínez y Víctor Merari.

Si bien es cierto que difícilmente el Ayuntamiento o el PAN les pedirían que dejen sus cargos, ya que fueron electos, también es cierto que mínimo les deberían dar un jalón de orejas porque su negligencia deja mal, tanto a la Comuna como a su partido.

Sin embargo, no sólo no les llaman la atención, sino que por el contrario ambos ya se sienten diputados locales por los distritos IV y V (bastiones del PAN) porque dicen que está todo arreglado, ya que cuentan con las amistades para brincar al próximo cargo.

De hecho, ambos sujetos afirman a sus “seguidores” que todo lo que viene es mero trámite porque está amarradísima la candidatura para que sean legisladores.

msrEn el caso de Merari, les dice a todos que gracias a su compadrazgo con el presidente estatal del PAN, Raúl Paz Alonzo, está segura su diputación.

De hecho, todos saben que Víctor Merari Sánchez es concejal por un golpe de suerte, porque originalmente era el suplente del polémico José Collado Soberanis, pero como de última hora bajaron al ex subdirector de Mercados, subió como titular Merari, por eso hoy en día es edil; sino se hubiera hecho ese cambio él no sería regidor.

Inclusive, todos en Acción Nacional saben que este joven ha exprimido al máximo sus relaciones con los liderazgos de ese partido, pues antes de ser regidor vendía sus servicios de banquetes y publicidad a las dirigencias y alcaldías emanadas de ese instituto político.

Asimismo, en las pasadas campañas políticas apareció en la lista de proveedores del Instituto Nacional Electoral por parte del PAN. Y aunque fue comisionado para “operar” la campaña para la diputación del segundo distrito local, el joven de 30 años de edad se la pasó haciendo sus “bisnes” vendiendo lonas y demás publicidad a los abanderados de otros municipios del estado.

Sin título-1En el caso de Primo, también dimos a conocer que durante la campaña por la presidencia municipal “jineteó” muy bien los recursos e hizo y deshizo a la medida de su antojo porque tenía el visto bueno del entonces alcalde Renán Barrera Concha, hoy convertido en cadáver político.

La forma de operar de Primo es muy conocida: solicitar el infame “moche” a los proveedores, como fue el caso de los responsables de la publicidad, quienes al tener que dar su “comisión” a Primo redujeron la calidad de los espectaculares que colocaron en toda la ciudad.

Por esa razón, había muchas lonas del PAN mal amarradas o rotas, porque los empresarios bajaron la calidad de sus productos porque tampoco iban a salir perdiendo.

Recientemente publicamos que este sujeto faltó un mes completo a su labor de edil y con total cinismo y desfachatez trató de que sus ayudantes consiguieran que los ediles de otros partidos firmaran que si trabajó en comisiones.