MÉRIDA.- Cuando doña Rosalinda Poot Novelo vio que uno de los más de 400 volquetes que forman parte del primer mega operativo de descacharrización se estacionó cerca de su casa, inmediatamente se acercó a la unidad para entregar varios objetos inservibles que pudieron ser criaderos del Aedes aegypti, transmisor del dengue, chikungunya y zika.

“Es bueno que exista este programa, ayuda a mantener nuestros patios limpios y sin moscos”, comentó al momento que respondía al llamado que horas antes hizo el Gobernador Rolando Zapata Bello para que la población yucateca se sume con responsabilidad a la jornada de prevención.

Mientras el volquete se encontraba estacionado en la esquina de la calle 51 con 74 del Centro de la ciudad, también se apersonó don Carlos Manuel Magaña quien entregó a los ocupantes de la unidad varias botellas de cristal que durante de la temporada de lluvia pudiera acumular agua y albergar al vector.

“Me enteré que iban a pasar a recoger las cosas por los brigadistas que esta semana estuvieron en mi casa”, mencionó el adulto mayor, quien también expresó un reconocimiento a las autoridades por poner en marcha esquemas enfocados a cuidar la salud de los habitantes.

En esta primera jornada de descacharrización de cinco que se van a realizar en todo el estado, participan mil 150 brigadistas, que durante el sábado captaron cacharros desde la calle 59 del Centro hasta las colonias y fraccionamientos de la zona sur de la ciudad, operación que repiten hoy domingo en dirección a la zona norte.

René Green Pérez, Cristóbal Abán Celis y Antonio Hernández Sánchez fueron los encargados de depositar en el volquete los objetos inservibles que momentos antes los vecinos dejaron en dicha esquina y de los cuales resaltaban cubetas viejas, cajas, botellas, muebles rotos y hasta una tina dañada.

Tras limpiar por completo este espacio, los trabajadores trasladaron la unidad a la esquina de la calle 53 con 74, donde también se encontraron con diversos objetos.

Todos los cacharros recolectados son depositados en los basureros de los municipios de Mérida, Kanasín y Umán, mientras que los televisores tirados por el proceso de digitalización son llevados a un lugar especializado , ya que contienen sustancias nocivas para la salud.