CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Francisco llamó a “estar atentos” para evitar transformar “la piedad en el ‘pietismo’, bastante difundido”, porque esa falsa solidaridad “es sólo una emoción superficial, que ofende al otro”.

“Cuántas veces vemos a la gente tan apegada a gatos y perros, y que luego dejan sola y con hambre a la vecina. No, por favor, no”, subrayó el Sumo Pontífice en la audiencia jubilar en la plaza San Pedro, en el Vaticano, este sábado.

De ese modo, Francisco reprochó la indiferencia y la superficialidad hacia los hermanos que están en dificultad. Y para hacerlo, habló de cierto apegamiento, que con frecuencia se manifiesta respecto a los animales, en contraste con la poca atención hacia las personas menos afortunadas.

“La piedad no debe ser confundida con la pasión por los animales que viven con nosotros, por los cuales a veces se sienten más afectos que frente a los sufrimientos de nuestros hermanos”, afirmó luego. “La piedad, explicó el Papa, “es uno de los siete dones del Espíritu Santo que el Señor ofrece a los discípulos para hacerlos dóciles a las inspiraciones divinas”.

No es la primera vez que Jorge Bergoglio advierte sobre el riesgo de mantener una actitud desequilibrada respecto a los animales y los hermanos. Ya el año pasado había llamado a las parejas casadas a evitar, por egoísmo, elegir tener un perro o un gato en casa, en vez de un hijo.

Luego el Papa invitó a una mayor sensibilidad y a “estar atentos a no identificar la piedad con el ‘pietismo'”. “Entre tantos aspectos de la Misericordia, subrayó Francisco, hay uno que consiste en sentir piedad o apiadarse respecto a cuántos necesitan amor”.

“La piedad era un concepto presente en el mundo greco-romano, donde, sin embargo, indicaba un acto de sometimiento a los superiores: en primer lugar la devoción debida a los Dioses, luego el respeto de los hijos hacia los padres, sobre todo ancianos”, desgranó el Papa.

“Trabajar para transformar tristeza en alegría: para Jesús, sentir piedad equivale a compartir la tristeza de quien se encuentra mal, pero al mismo tiempo actuar en primera persona para cambiarla en alegría”, reforzó.

Francisco aclaró luego que “también somos llamados a cultivar la piedad frente a la vida quitándonos de encima la indiferencia, que impide reconocer el sufrimiento de los hermanos que nos circundan y liberándonos de la esclavitud del bienestar material”.

Para el Papa es necesario mirar “el ejemplo de la virgen María, que se ocupa de cada uno de sus hijos y es para nosotros, los creyentes, el ícono de la piedad”.

El Pontífice, que fue profesor de literatura en sus tiempos de docente en la Compañía de Jesús en Argentina, citó a Dante Alighieri (1265-1321) que alaba la piedad en María.

El poeta italiano escribió una oración a la Virgen puesta predominante en el paraíso presente en su obra “La Divina Comedia”. “En Ti misericordia, en Ti piedad, en Ti magnificencia, en Ti se aúna cuanto en la criatura hay de bondad”, escribió Dante y el Papa lo recordó hoy.