PROGRESO.- Los socorristas deben estar capacitados para enfrentar y atender casos muy delicados, impactantes y auxiliar heridos, como el caso del ” Canalla”, al que dejaron como coladera a balazos, indicó Gerardo Carrillo Polanco, paramédico de la Cruz Roja.

Los socorristas de la Cruz Roja, delegación Progreso, celebraron su día trabajando y en un momento de descanso recordaron impactantes casos que han atendido en el puerto, como el del “Canalla” al que balearon en marzo de 2015.

Recordaron un caso muy triste que los impactó, que fue cuando un papá puso en movimiento un taxi colectivo en la comisaría de Flamboyanes y atropelló a su hijo, un bebé que murió instantáneamente.

Eulogio Mukul Matú y Adonai Ávila Hernández, quien es el coordinador de los socorristas de la delegación de la Cruz Roja de este puerto, recordaron el caso del “Canalla” (Julio Solís Pool ), quien el 6 de marzo de 2015 fue acribillado a balazos en la puerta de su casa.

Eulogio revivió esos momentos y recordó que como siempre lo hacen cuando llegan a un lugar para prestar auxilio, patean lo que está en su camino para hacerlo a un lado, y ese día cuando llegaron a la casa de “Canalla” el lugar estaba acordonado por los policías y el paramédico Mukul Matú pateó dos veces una caja de zapatos, pero un uniformado le dijo que no lo hiciera, pues en esa caja estaba la pistola que usaron para balear Julio Solís.

Adonai Ávila recordó que el “Canalla” tenía un balazo en el torax, tres en el lado izquierdo, uno en el brazo derecho y otra bala en el antebrazo izquierdo, de modo que lo habían dejado como coladera.

Mientras auxiliaban al “Canalla”, junto con paramédicos de la Secretaría de Seguridad Pública, recibieron el reporte de un motociclista que habían atropellado, quien resultó ser uno de los que atentaron contra Solís Pool.

Otro caso también impactante fue el de una mujer que estaba embarazada, vecina de la colonia Ismael García, a quien su esposo le propinó 13 puñaladas, de modo que la mujer falleció.

Adonaí Ávila es originario de Ciudad Madero, Tamaulipas, y desde los cinco años comenzó a familiarizarse con el socorrismo, pues su papá Aurelio Ávila fue paramédico.

El cuerpo de socorristas de la delegación de la Cruz Roja en este puerto está integrado por Adonaí Ávila, Euologio Mukul,  Gerardo Carrillo, Heidy Aguilar Martínez, Alexia Escalante y Neyla Martín Euán, quienes trabajan 48 horas y descansan 48 horas. El servicio se da las 24 horas, aunque  a veces, no es apreciado por la sociedad y son criticados porque en ocasiones llegan tarde a un accidente.

También hay voluntarios asistenciales: Daniel Martínez Contreras, Enmies Danniel Martínez, Gustavo Mukul Sulub, Katia Valle Tzab, Carlos Peña, Guadalupe Moo Dzib, Aurora Corazón Arcos López, Rosa Escalante y Emmanuel Martínez Día.

Los paramédicos se capacitan, pues son Técnicos en Urgencias Médicas (TUM) y están capacitados para atender casos de emergencias.

La delegación de la Cruz Roja, que está acéfala desde el cese de su delegado Mario Herrera Salvador, cuenta con dos ambulancias, pero solo usan una unidad, debido a que  no tienen el suficiente combustible para poner la otra en servicio, ya que la Comuna que preside José Cortés Góngora dejó de darles gasolina.

Ayer viernes por la noche, en el local de la delegación de la Cruz Roja, se ofreció un convivio que se realizó con el apoyo de Hielo Carmen, Mario Herrera, Bepensa y pastelería La Reina. En la reunión se entregarían reconocimientos a voluntarios asistenciales.