MÉRIDA.- Una pareja sufrió tremendo mal trato de parte de personal de Sears, sucursal Las Américas, ya que la acusaron de robar prendas y al joven y a su novia los obligaron a desnudarse para ver en donde escondían lo que supuestamente robaron, luego de ver que no llevaban nada sólo recibieron una disculpa del gerente de la tienda.

Sin embargo, la pareja denunció penalmente en la agencia 35 del Ministerio Público esta conducta abusiva, que fue el viernes 17, porque los humillaron delante de varias personas.

La muchacha, que pidió el anonimato dijo que es cliente de Sears desde hacer varios años, pero que se siente humillada por el trato recibido.

De acuerdo con la denunciante, el viernes 17 fue a pagar su mensualidad y antes de pagar ella y su novio se probaron ropa, pero no la compraron y la dejaron en su lugar; pagaron y se dirigieron a la salida, pero al salir del ascensor se les acercaron unos tipos que los insultaron, los agredieron verbalmente y los intimidaron.

Nos acusaban de que habíamos robado en la tienda e hicieron que ahí mismo mi novio se quitara la ropa, delante de los clientes y de las personas que estaban en el estacionamiento, precisó la entrevistada, quien precisó que a su novio no le encontraron nada porque no habían sustraído ningún artículo.

Sin embargo, no conformes de no encontrarle nada a él me quitaron mis cosas me jalaron y me desnudaron y a pesar de que no nos encontraron nada no nos dejaban ir y nos amenazaban, indicó la muchacha.

Les exigí que nos dijeron que nos robamos, que nos dieran pruebas, que mostraran vídeos, pero contestaron que no nos iban a mostrar ni puta madre.

La joven dice que los llevaron escoltados al lugar de donde supuestamente agarramos las ropas y se las tiramos en sus caras, porque ahí estaban en donde las dejamos.

Agregó que luego se acercó una persona que dijo ser el gerente quien dijo que no sabía nada denlo sucedido y ofreció una disculpa pero el novio de la joven le contestó que eso no es disculpa.

“Esa persona dijo que los que nos hicieron no está en el protocolo de seguridad de la tienda, pero el daño ya estaba hecho y estábamos muy asustados y molestos a la vez, por la humillación de que fuimos objeto”, precisó la muchacha.