MERIDA.- Rodeado de mucha gente a la que no conocía y que ahí le presentó su esposa Leonor Laviada Arce, el senador Daniel Ávida Ruiz celebró ayer miercoles 3 su cumpleaños número 45, festejo en el que se notó la marcada ausencia de panistas.
Al evento, realizado en la hacienda Hunxectamán, asistieron empresarios ligados a los Patrón Laviada y cuyos nombres eligió la esposa del senador, de una lista que ella maneja en el banco Scotiabank, en donde ella labora.
Ataviada con un traje de un diseñador mexicano, prenda valuada en 10 mil pesos, Leonor Laviada le presentaba a los empresarios al senador, quien no conocía a muchos de los invitados.

Estuvo presente el ex priista Carlos Joaquín, gobernador electo de Quintana Roo y quien fue presentado a todo el mundo como si fuera el político más carismático y genial del país.

Son varios los que dicen que se trató de mostrar que varios empresarios apoyarían a Daniel en su aspiración de ser candidato al gobierno del estado. Sin embargo, se preguntan si esos hombres de negocios aprueban los chanchullos del senador y si ellos hacen lo mismo.

Kathia Bolio, quien esperaba pedir moches y tajadas, pero a los diputados les redujeron mucho la “bajada de dinero” a los alcaldes, de modo que se quejó, estuvo presente igual que Alfredo Rodríguez Pacheco y los alcaldes de Motul y de Maní Vicente Euán Andueza y Willy Interián, respectivamente, entro otros.

Elegidos por la esposa del senador, asistieron empresarios agrícolas y del ramo textil. Estuvieron los senadores Ruffo Appel y Marcela Torres y algunos panistas.

La clase política local abandonó al senador y muchos buscaron diversos pretextos para no asistir al festejo, desde la preocupación por “Earl” hasta compromisos pactados con anticipación”, indicó un panista entrevistado.

Desde luego que estuvo presente el constructor Rosendo Ceballos, cómplice de Daniel en los moches y tajadas.

La mezcla de diversos personajes, que no se conocían entre sí dio como resultado un ambiente frío, el cual mejoró al paso del tiempo y al calor de las copas que hizo que varios se deshinibieran.

Fue una fiesta de caché en la que el panista yucateco en general fue el gran ausente y en la que Daniel, crecido y educado en un pueblo se sintió fuera de ambiente, dijo otro panista, quien agregó que los militantes de Acción

Nacional pintaron su raya con Daniel.

Al festejo, que terminó casi a las nueve de la noche, asistieron entre 120 y 150 personas.