ESTADOS UNIDOS.- Barack Obama pasará a la historia como el primer presidente negro de Estados Unidos y… como el primero también que da nombre a un parásito, y hasta a dos.

El último bautizado en honor al mandatario demócrata es el Baracktrema obamai, un platelminto que puede alcanzar los cinco centímetros de longitud y del grosor de un pelo, que infecta los pulmones de las tortugas de agua dulce de Malasia.

Pese a lo poco atractivo de esta especie, el científico que la bautizó en honor a Obama, Thomas Platt, defendió su decisión. El Baracktrema es un parásito que “afronta increíbles obstáculos para completar su ciclo vital y tiene que competir con el sistema inmunológico del cuerpo anfitrión para madurar y reproducirse”, dijo en un comunicado reproducido por la prensa estadounidense. “Son organismos increíblemente resistentes, me causan asombro y un enorme respeto”, agregó en declaraciones a la agencia AP, la primera que habló con Platt.

El experto en zoología invertebrada y parásitos, que acaba de retirarse de la facultad de Biología Saint Mary’s de la Universidad de Notre Dame, en Indiana, también señaló que descubrió que tiene un antepasado lejano común con Obama, y que ello le convenció para hacer este gesto. “He nombrado a varias especies por personas que admiro, desde mi suegro a mi asesor de tesis o buenos amigos que eran académicos o naturalistas amateurs”, señaló.

El estudio sobre el Baracktrema obamai, un parásito que es tan único que no solo ha recibido una designación como nueva especie, sino que también se le ha asignado un género propio, fue publicado en el último número del Journal of Parasitology.

Obama, el nombre de moda en el mundo científico

Estrictamente hablando sin embargo, Obama ya es un “parásito” desde hace varios años. En abril de 2012, científicos de la Universidad de Nuevo México nombraron a un tipo de parásito nematomorfo que afecta a grillos Paragordius obamai, en honor al mandatario ya que fue hallado en Kenia, “cerca de donde creció el padre del presidente y donde vive su abuela”, según un comunicado del centro universitario.

Y hay más. El Obamadon gracilis es una especie de lagarto ya extinto. Los científicos de la universidad de Yale y Harvard que lo descubrieron y bautizaron en 2012 decidieron esperar hasta diciembre —un mes después de las elecciones en las que Obama renovó su mandato— para dar a conocer el nombre. “Si las elecciones hubieran dado otro resultado, habría descartado (el nombre)”, reconoció el paleontólogo Nicholas Longrich al diario Boston Globe. “Podría haber dado la impresión de que nos burlábamos al poner ese nombre a un lagarto que se extinguió, habría sido cruel”. Pero Obama ganó al republicano Mitt Romney y ya quedó en los anales de la paleontología como un lagarto que vivió en el noreste de Montana hace 65 millones de años.

Las elecciones de ese año también inspiraron a científicos a nombrar a una nueva especie de un pez de agua dulce de Norteamérica en honor al presidente demócrata: Etheostoma obama. El honor acuático es sin embargo compartido, ya que otros cuatro peces similares fueron bautizados en honor a otros presidentes demócratas y hasta un vicepresidente: el Etheostoma iimmycarter, el Etheostoma teddyroosevelt, el Etheostoma clinton y el Etheostoma gore.

El 2012 parece haber sido —al menos hasta ahora— el año de Obama en el reino animal y científico, puesto que también en diciembre de ese año otro experto, Jason Bond, decidió llamar a una nueva especie de araña trampera Aptostichus barackobamai. El profesor universitario aseguró a The Washington Post que se trataba de un gran honor. “Es algo permanente. En la ciencia, hay pocas cosas que hacemos como científicos que tengan la permanencia de la taxonomía”, afirmó.

Finalmente, Obama también inspira desde hace años el nombre de una nueva especie de liquen descubierta en 2009 en California, Caloplaca obamae. La responsable del homenaje, la curadora del herbario de la universidad californiana de Riverside, Kerry Knudsen, explicó que decidió ese nombre para mostrar su “aprecio por el apoyo del presidente a la ciencia”.

ELPAÍS.-