MÉRIDA.- Tremendo berrinche hizo el diputado local Manuel Díaz Suárez, ya que no fue presentando en el informe de la presidenta del DIF Municipal y esposa del alcalde, Mauricio Vila, la señora Eugenia Ortiz Abraham.

Fue tanta fue la molestia del diputadito que inclusive fue reclamarle al primer edil el desaire, pero, al parecer, al legislador local se le olvida que ya le han perdonado varias acusaciones como para reclamar que no lo mencionen en los eventos, como si fuera muy importante, indicó nuestro informante.

El entrevistado dijo que la soberbia y prepotencia de Díaz Suárez ha llegado a tal grado que cuando el PAN se alzó como ganador de la contienda política por Mérida grito a los cuatro vientos que gracias a él se habría mantenido el partido blanquiazul en Mérida.

“Esta afirmación sólo logró que este individuo se ganara la enemistad de varios panistas, incluido Mauricio Vila y del ex alcalde, Renán Barrera Concha”, indicó otro panista.

Hace un par de años, Díaz Suárez fue descubierto y sancionado por la Comisión Federal de Electricidad cuando robaba energía a través de un “diablito”; y a pesar de ese antecedente, Acción Nacional decidió darle una candidatura.

Renán Barrera lo corrió de la dirección municipal de Salud,  debido a que descubrió que el doctor Díaz desviaba recursos para su provecho personal. Despidió a una empleada, con quien se dice tuvo sus amoríos,  sin liquidarla de acuerdo con la ley y fue demandado.

También se jacta de ser amigo personal de Raúl Paz Alonzo, presidente estatal de Acción Nacional y coordinador de la fracción parlamentaria del blanquiazul, pero esto de nada le ha servido para mejorar sus relaciones con el primer edil de la capital yucateca.

En su campaña como candidato panista, el ahora diputado local por el quinto distrito, Manuel Díaz ordenó cortar un longevo árbol, sólo para que se vea una lona suya.

En sus pocas o nulas caminatas por el distrito que le dio la confianza afirmó que su trabajo es cuidar el dinero público y no para estar regalando sillas u otros apoyos por lo que le gusta ser cómplice de malos manejos. Es sorprendente porque su compañero de bancada, el diputado Elias Lixa gusta de regalar libros, sillas de ruedas y bastones.

Dicen en los pasillos,  tanto del palacio municipal como del Congreso del Estado, que Díaz Suárez ya se siente diputado federal por lo que merece el respeto para ser presentado y tomado en cuenta para las próximas contiendas políticas