PROGRESO.- Contra la voluntad del alcalde José Cortés Góngora, el Cabildo despidió al prepotente Arturo Quezada Pech, quien era director de Ecología Municipal, debido a los constantes chanchullos que hacía y a que no obedecía a los regidores.

La decisión la tomó el Cabildo el lunes pasado, por unanimidad,  y ayer martes se le notifico de su despido; en el lugar de Quezada Pech quedó como encargado Edgar Barragán.

El alcalde se supone que desde mayo pasado le dio un ultimátum a este sujeto, quien continuó con sus chanchullos, pero  inexplicablemente Cortés Góngora no lo despedía.

Los ediles ya estaban cansados de los chanchullos de este ahora ex funcionario y de que el alcalde lo solapara y hasta tapara esas corrupciones; sin embargo los ediles ya no soportaron más y presionaron al chemaxeño, quien para no quedar en evidencia hasta el votó para que corrieran a Quezada Pech.

La gota que derramó el vaso fue que Quezada Pech  en 15 días no se dejó ver y no hay acciones de descacharrización ni de combate al mosco transmisor del zika y del dengue, con lo que ponía en riesgo la salud de los progreseños.

En mayo publicamos que, debido al descarado mal manejo de Ecología Municipal y a que desobedeció una orden del alcalde, el titular de la dependencia Arturo Quezada Pech recibió un segundo ultimátum, de modo que a la siguiente falla el alcalde despedirá.

Conocido por soberbio y prepotente, este sujeto tenía en contra a varios regidores de la Comuna, quienes con gusto aprobarán el despido de Quezada Pech.

De acuerdo con información recabada, de manera inexplicable Quezada Pech “pagaba” muchas horas extra, de modo que el alcalde le ordenó que dejara de hacerlo, pero al prepotente funcionario olímpicamente desobedeció. Molesto, José Cortés amonestó a Quezada Pech.

Sin embargo, son tantos los “malos manejos” del funcionario, que incluyen “métodos para obtener dinero”, que el alcalde le dio un segundo ultimátum, aunque habrá que ver si Cortés Góngora cumple con cesarlo por corrupto.