KINCHIL.- El septuagenario Irineo Poot, mejor conocido como “Kalimán”, quien cayó a un pozo, salvó la vida y apenas resultó con dos heridas en la cabeza, bromeó incluso al decir que no puede morir, porque es el “hombre increíble”.
El ancianito, de 72 años de edad, cayó al interior de un antiguo pozo que se ubica frente al lugar donde vive, debido a que estaba ebrio y no hizo caso a sus familiares, quienes le dijeron que no se sentara en el brocal del pozo.

Al ir a acecharlo uno de sus hijos, se percató que ya no estaba en ese lugar, entonces se asomó al el interior del pozo y lo encontró en el fondo, a una profundidad de cuatro metros.

Al lugar acudió la Policía Municipal e integrantes del Cuerpo de Bomberos para efectuar el rescate, pero ya había sido sacado del pozo por sus propios familiares.