MÉRIDA.- A fin de no “entorpecer” la boda religiosa, que fue en la S.I. Catedral, en donde a la 8 de la noche se ofició una misa y el sagrado sacramento del matrimonio, el contrayente Jesús Pérez Ballote se corrió la presentación del Ballet Nacional, que estaba programada a la misma hora, en el escenario instalado sobre la 60 a la puerta de Catedral.

Luego de la misa Chucho, su esposa Sofía Valladares y los invitados se trasladaron a la recepción en la Quinta Montes Molina, un lugar que su renta con mobiliario cuesta como mínimo 85 mil pesos, sin incluir alimentos y bebidas

A ese lugar llegaron los 400 invitados, de los cuales la mayoría eran amigos y familia de la novia, quien tiene un mayor roce social y amigos de sociedad

En el evento, el rechazo a Chucho se reflejó con la ausencia de todos los diputados estatales, ya que la mesa separada para ellos permaneció vacía y los únicos que se presentaron fueron los senadores Rosa Adriana Díaz Lizama y Daniel Ávila Ruiz, a quienes por cierto Chucho tuvo el mal detalle de sentarlos en la misma mesa sabiendo que no se llevan. Razón por la cual los senadores no hicieron más de una hora y se retiraron, cada quien por su lado.

Brillaron por su ausencia los diputados Federales Kathia Bolio Pineloy Joaquín Díaz Mena. Los únicos que se presentaron un rato, junto con el alcalde Mauricio Vila Dosal, fueron los regidores Dafne López y Arturo Sabido Góngora.

“Sólo los chen senadores, el alcalde y los xla regidores asistieron a la boda de Chucho Chayote”, indicó un panista, quien agregó que la mesa de regalos fue de Liver (Liborio) Pool (Liverpool).

Otro dijo que a chucho le pesa el hecho de ser hijos de maestros de educación pública, mientras que la novia, sin ser de clase alta, tiene amistades de sociedad y estudió en el Teresiano.