CIUDAD DE MÉXICO.- Ha pasado una semana. El domingo 1 de enero, los mexicanos amanecieron con un aumento del 20 por ciento en los combustibles a pesar de las reiteradas promesas del Presidente Enrique Peña Nieto de que, con la Reforma Energética, las gasolinas y el Diésel disminuirían de precio.

 

El anuncio fue hecho el 28 de diciembre por Hacienda mientras el mandatario estaba de vacaciones.

Ocho días después, que se cumplen hoy, eventos inéditos se han dado en el país. La corrupción imperante en estos años de Gobierno priista no sacó a la gente a la calle. La violencia desbordada y la impunidad de los gobernadores acusados de corrupción no unieron en un mismo reclamo a las cúpulas empresariales, a los comerciantes de los barrios, a los transportistas, a las organizaciones civiles, a los líderes sociales y a la gente de a pie.

Una semana después, el golpe del aumento del 20 por ciento a las gasolinas sí los unió.

SINEMBARGO.-