PETO.- Aurelio Tamayo Pech, de 26 años de edad y vecino de la colonia El Parque del Niño Perdido pagó caro su imprudencia, ya que propició que su casa fuera consumida por las llamas, debido a que comenzó a quemar basura cerca de su vivienda, a pesar de que el viento soplaba fuerte.

Los fuertes vientos que prevalecieron anteayer en la tarde propiciaron que una chispa se fuera sobre el techo de guano, de modo que se incendió inmediatamente y las llamas consumieron rápido el techo.

Cuando los bomberos llegaron ya no había nada que hacer, pues en cuestión de minutos el fuego devoró el techo de la casa, en cuyo interior se quemó un ropero y otras pertenencias de los dueños.

Días antes Aurelio había deshierbado los alrededores de su casa y cuando estaba seca la maleza, le prendió fuego para dejar limpio el lugar, a pesar del riesgo que eso implicaba