PROGRESO.- Progreso ha pasado de ser una playa internacional a una puerto de sombras, pues de los poco más de dos mil turistas que llegan de los cruceros ahora sólo bajan unos cuantos, al ver las playas llenas de sargazo y suciedad y sin atracciones turísticas agradables que ofrecer.

Comerciantes lamentan la falta de responsabilidad de parte de las autoridades del puerto, encabezada por el alcalde José Cortés Góngora, pues ellos pierden un ingreso cada vez que un crucero llega.

“Prefieren quedarse en los bares y restaurantes, ya no visitan las playas ni consumen como antes; ojala que antes de las vacaciones y del Carnaval se animen a limpiar por el bien de nuestras familias”, señaló un vendedor.

Chicxulub Puerto en abandono

Calles en mal estado, playas sucias, terrenos baldíos, es lo que hoy en día se puede observar en Chicxulub Puerto, a unas semanas de comenzar la “Semana Santa”.

Vecinos de Mérida que tienen sus casas veraniegas en este icónico puerto, cada vez más se sorprenden de ver la comisaría olvidada y en penumbras.

El muelle que construyó la ex gobernadora Ivonne Ortega Pacheco para los pescadores en la que se invirtió más de 29 millones de pesos, ha quedado en el olvido.

Maderas viejas y resecas, postes oxidados, y sin señalamientos adecuados para la seguridad de los paseantes, son las cosas que se pueden observar a lo largo de este muelle que decenas de familias visitan cada fin de semana.

“Que mala imagen da ya el puerto, el abandono de las autoridades es notorio, si el alcalde no puede o no quiere, que venga el gobierno del estado a solucionarlo.”, señaló un entrevistado.

Por si esto no fuera poco, entre vecinos canadienses y la comisaría María Elena Figueroa León han visto de qué manera traer atracciones y darle una buena imagen al puerto, ante la falta de apoyo de la comuna.

Ola de robos 

La ola de robos a plena luz del día también sigue imparable. El miércoles pasado robaron un motor fuera de borda en una marina ubicada por el puente de Yucalpetén.

Los ladrones presuntamente conocían la hora en que el velador de la marina se retiraba a comer y el tiempo que tardaba en regresar.

Ese mismo día, en pleno semáforo el motociclista Nicolás May Trinidad, de 22 años de edad, diligenciero de la congeladora Pulmero, fue asaltado por sujetos que le arrojaron un químico en sus ojos para sustraerle una mochila con $300,000 mil.