MÉRIDA.- El compositor francés Pierre Max Dubois estaría feliz de saber que un mexicano logró capturar el sonido del metal: Abel Pérez Pitón interpretó en forma magistral el Concierto para Saxofón, durante el V Programa de la Temporada XXVII de la Orquesta Sinfónica de Yucatán.

Bajo la batuta del director brasileño Lanfranco Marcelletti, la Sinfónica de Yucatán y el mexicano entrelazaron su arte, impregnado de magia cada rincón del Teatro José Peón Contreras durante los conciertos del viernes 17 y domingo 19 de febrero, en sus horarios habituales.

La magia creció a medida que los minutos avanzaban, logrando que surgiera un brillo especial en el sax del mexicano y la varita de oro del director invitado, quienes hicieron florecer sinfonías creadas siglos atrás.

¿El resultado? Un concierto único dejando entrever la experiencia lograda –en el caso del maestro Abel-, en la Sinfónica de Xalapa y el Conservatorio de Música de esa ciudad veracruzana.

El director huésped también se lució y mostró sus habilidades logradas en importantes Sinfónicas de Europa y América.

La Obertura Semiramis de Gioachino Rossini y la Tercera Sinfonía de Mendelssohn o “Sinfonía Escocesa” fueron una delicia al oído, ya que el maestro Marcelletti dirigió con acierto y precisión a los músicos de la agrupación yucateca.

Los pasajes musicales transportaron a los invitados hasta la Inglaterra de la reina Victoria, cuando el alemán Félix Mendelssohn capturó sinfonías en honor a la soberana que murió en los albores del siglo XX.

Al final, el público agradeció con aplausos la herencia musical de Max Dubois, Rossini y Mendelssohn, pero sobre todo, el virtuosismo de los invitados.