PACHUCA.- Los casos de abuso de religiosos contra menores siguen surgiendo, y no solo en la iglesia católica, ya que ahora es noticia que el Pastor Jorge Yescas López abusaba sexualmente de una menor.

El sitio web de El País publica uno de esos casos, ocurrido en Hidalgo, en el seno de una organización religiosa.

En 2007, la familia de una adolescente, hasta ahora conocida como ‘X’ –para preservar su privacidad y evitar revictimizarla–, comenzó a visitar el Centro de Integración Familiar Renuevo en Pachuca, Hidalgo. Allí el pastor Jorge Yescas López dirigía la congregación.

A lo largo de los años, el pastor se ganó la confianza de la familia. Casado y padre de familia, el hombre dio responsabilidades a varios de sus integrantes en la organización religiosa y a su vez se volvió confidente de la madre.

Pero esa confianza se vio derrumbada cuando la adolescente decidió confesar que era víctima de abuso por parte del pastor Yescas López.

La joven contó que el pastor la violó por primera vez en 2010, cuando ella tenía 14 años; ese abuso se repitió y se sumaron otras formas de violencia como “golpes, insultos, humillaciones e incluso abortos forzados”. Las prácticas de sometimiento duraron tres años según la joven, que habló varios años después porque se sentía amenazada.

Me amenazaba con los videos que él tiene, (dijo) que los enseñaría si yo hablaba de lo que había pasado”, declaró en la carta que presentó a la justicia en agosto de 2014, cuando apenas había cumplido 18 años.

La justicia pudo averiguar que Yescas López filmaba y fotografiaba a la menor mientras la violaba para luego extorsionarla.

Las amenazas y la presión que tenía la joven provoco que intentara quitarse la vida en dos ocasiones; primero lanzándose desde una segunda planta, caída de la que sobrevivió, aunque con una fuerte lesión en el cuello, y luego cortándose la muñeca con un vidrio, intento también fallido gracias a la intervención de sus familiares.

El primer intento de suicidio vino luego de que el pastor le practicó un aborto, introduciéndole pastillas anticonceptivas. El pastor realizaba este procedimiento cada vez que se retrasaba o suspendía el periodo menstrual de X., y lo repetía durante tantos días como tardara en aparecer de nuevo su periodo.

El primer aborto forzado ocurrió cuando ella tenía 15 años y el pastor 50. El segundo intento ocurrió un año después, cuando X. tenía 16 años, luego de que el pastor la arrojara por unas escaleras.

La devolvió a su casa y ocultó las lesiones; sin embargo, durante la madrugada debió ser llevada al hospital con convulsiones. Le detectaron un derrame craneal que fue diluido con medicamentos.

Mientras convalecía, X. se cortó las venas de la muñeca, aunque su familia se percató oportunamente y le brindó asistencia.

Las autoridades estatales y la Procuraduría “tardaron un año en integrar la averiguación previa y consignar al pastor ante un juez”.

El magistrado solicitó la prisión contra López al considerar que existían pruebas suficientes para iniciar un juicio en su contra por el delito de ‘estupro’, que se refiere a aquella persona que “tenga cópula con una persona mayor de 12 años y menor de 18, obteniendo su consentimiento por medio de la seducción o engaño”.

No obstante, el juez no avanzó en ninguna de las otras denuncias –lesiones, inducción al aborto o amenazas, entre otras– ya que, debido al paso del tiempo, no había pruebas.

Sin embargo, se cometieron una serie de errores que permitieron al pastor evadir la cárcel. De acuerdo a la legislación mexicana, cuando la Procuraduría presenta a un acusado ante un juez penal debe entregar la averiguación previa, que incluye todas las pruebas recabadas y un texto denominado “pliego consignatorio”.

En esta causa, este último documento no fue presentado. Además, el magistrado cometió otro error: aceptar la presentación a pesar de esa falla técnica, y por cuenta propia realizó un “análisis oficioso” de las pruebas, que tampoco le correspondía.

Por ese motivo, otro tribunal otorgó un amparo por el cual Yescas López permanece libre aunque no absuelto.

El segundo juez “consideró que la Procuraduría de Hidalgo aún podía corregir la falla técnica en su pliego consignatorio” y volver a presentar al ministro religioso ante un tribunal. Pero desde entonces nada se ha hecho al respecto.

AGENCIAS.-