VALLADOLID.- Tras reparar una válvula del agua potable, en la prolongación de la calle 40 en el barrio de Santa Lucía, el sábado pasado los trabajadores dejaron inconcluso su trabajo, pues no cerraron el hueco y es un riesgo para los conductores, de modo que puede causar algún accidente.

El fin de semana varios usuarios del agua Potable resintieron que se quedaron sin presión en su toma de jardín, debido a que se cerraron varias llaves de la red para poder cambiar una válvula que se deterioró en la zona.

El aparato se encuentra en una calle principal que conduce a varios puntos importantes, como el Hospital General, la Universidad de Oriente y la carretera a Tizimín, y por tanto tiene intenso flujo vehicular.

Los trabajos del cambio de la válvula concluyeron desde el mismo sábado, pero según se averiguó, debido a que era fin de semana, los trabajadores de bacheo sólo laboraron mediodía. Sin embargo, vecinos creen que era responsabilidad de los fontaneros cerrar de nuevo el hueco para que no fuera peligroso, y así se pueda esperar a esta semana para hacer el bacheo.

Ayer lunes, al menos hasta la tarde, el hueco permanecía abierto, con riesgo de que algún conductor descuidado se vaya al lugar o derrape en los montículos de material que se formaron alrededor.

Taxistas que pasaron por el lugar rumbo a una plaza comercial consideraron peligroso el punto, pues además de que está en una esquina, el material acumulado dificulta las maniobras, sobre todo de camiones.

Alejandro Ortiz Mendiola, un conductor que pasó por el lugar, comentó que está bien que se hagan los trabajos de reparación, pero de inmediato se debería reparar la vía porque de lo contrario puede haber accidentes.

Más lamentable sería si algún ciclista se cae, pues las consecuencias serían mucho más graves”