MÉRIDA.- Porque primero pretendió hacer creer que se encontraba mal de la cabeza y después que se le “perdió” el celular de su brazalete electrónico, la juez de control Suemy del Rosario Lizama Sánchez modificó las medidas cautelares de la señora Lidia García García y determinó que pase siete meses en la cárcel por ser tan farsante.

Primero, la mujer logró que se aplazara la audiencia de vinculación en su contra, pues aparentemente padecía de sus facultades mentales, pero al determinarse que no era así, continuó el proceso.

La mujer antes gozaba de su libertad con las condicionantes de presentación periódica para firmar; no salir del Estado; no acercarse al lugar de los hechos y a la víctima; separarse del domicilio donde ocurrió el caso, y llevar un localizador electrónico, esto por siete meses y medio.

Sin embargo, todo se fue al caño cuando el susodicho aparato dejó de mandar señales y la mujer se hizo ojo de hormiga.

Es por eso que se le tuvo rastrear y detener, para que responda por el delito de lesiones calificadas cometidas en pandilla, por sacar a golpes y patadas, en los primeros minutos de Nochevieja, a un señor y a la madre de éste, de su predio del fraccionamiento San José Tecoh III.

Al respecto, enfrenta proceso penal junto con su hijo adolescente y un sujeto de nombre Armando Gerónimo Caamal. Fueron denunciados por José Carlos Bernardo Chan Cetz y Celsa María Cetz Dzul.

Antes de que del 31 de diciembre finalizara, la citada pareja y el adolescente A.E.P.G. se introdujeron a un predio ubicado en la calle 175 número 401-A x 72 del fraccionamiento San José Tecoh III y le causaron lesiones a las víctimas.

Primero se fueron sobre José Carlos Bernardo, dándole de golpes y patadas.

El adolescente le dio un puñetazo en la nariz a la doña.

Entre los tres sujetan al hombre, lo sacaron del predio y arrojaron al pavimento, donde continuaron golpeándolo con puños y pies, para luego el joven le tirara un pedazo de block en el cráneo.