MÉRIDA.- Entre las tribus burocráticas, además de los faroles de todos los partidos, destaca un nuevo clan cuyo único lema es la supervivencia no sólo a base de la presunción sino a través de la ostentación.

Se trata del “Poch Mirrey”, un burócrata que intenta volar sobre lo que percibe como un pantano en medio de las oficinas en las que “trabaja”, en las que se asume a sí mismo que él no es un burócrata más sino de una clase elegida que se coloca encima de todas las demás: los “Pochmirreyes” de la burocracia no son verdaderos Mirreyes, por el contrario, son una triste imitación clasemediera de su estética y sus placeres, su ostentación a la hora de gastar, su exhibicionismo y su narcisismo que El Grillo, Periodismo sin Censura te ofrece para que los identifiques y si eres uno de ellos, pues también los puedas seguir en sus redes sociales.

En esta ocasión presentamos a dos “Pochmirreyes”, que a pulso se han ganado la nominación.

Alaine López Briceño.-Esta funcionaria, depositaria de la ejecución de políticas públicas a favor de la igualdad de género es una de las “Poch Mirreyes” más moderadas, sin embargo, sus farolazos no dejan nada a la imaginación. Asumiendo que la dignidad de género cubra ciertas virtudes en respeto a la figura de la mujer más allá de un objeto de placer, la funcionaria se pasó por el arco del triunfo esta norma elemental y recientemente publicó en su cuenta de Instagram una fotografía en bikini muy reveladora que contradice lo que en los discursos se dice sobre el culto al cuerpo como arma que rebaja la dignidad de las mujeres.

Alaine López, una de las mejores caras jóvenes del PRI no se mezcla con la chusma y al igual que la carismática Jéssisca Saidén su fuerte no es el roce social con las clases bajas: por ello, no duda en presumir en sus redes sociales la joyería fina que la caracteriza o bien, sin pudor alguno, presumir lo bien que se siente frente a su casa en la Playa, lo que ella llama “su elemento natural”.

Como toda buena militante priista presume los eventos de su partido y le importa un comino si la imagen de Peña Nieto está por los suelos: sin recato publica a sus dos jefes juntos, presume centenares de fotos y selfies con sus amigos de generación pero nunca la verás abrazando a una mujer indígena de Yucatán o algún niño con mocos pegados al cachete. No! Qué horror!

En reciente discurso, la prensa veracruzana cuestionó fuertemente el hecho de que las mujeres vean el trabajo de casa como algo normal que se debe remunerar, un mensaje con frases comunes que retrata, como sus fotos en redes sociales, de cuerpo entero a esta Poch Mirrey de la política. Tendamos un velo de comprensión.

Julio Marín.-Este Poch Mirrey pertenece a la serie de “Cuch Maletas” que suelen acompañar a la directora de Turismo Municipal Carolina Cárdenas a todos los viajes propios de su encargo: aficionado a las fiestas y el desenfreno no oculta la ostentación por los viajes en yate, las fiestas rave y hasta la renta en una carísima hacienda con motivo de su cumpleaños.

En este Poch Mirrey se cumple una máxima que caracteriza a todos los de su especie: el círculo que suele arropar a Julio Marín es el de su cortejo de lambiscones, compañeros de juerga a quienes se les paga la cuenta o se les invita a una fiesta faraónica a cambio de celebrar las bromas del personaje o de apartarle un lugar mientras arriba al antro.

Este Poch Mirrey vive convencido de que en esta vida sólo es posible despertar envidia o admiración, y está dispuesto a pagar lo que sea necesario para obtener ambos; de ahí que cualquier crítica a su persona sea descalificada como resentimiento social, y todo halago un acto justificado por su graciosa presencia en este mundo.

De allá su elevado narcisismo que incluso le llevó a preguntar a sus amigos donde había un estudio de fotografía para tomarse fotos porque ese día se había vestido de etiqueta.

Lo peor de este Poch Mirrey carga maletas no es su arrogancia sino que en aras de demostrar su superioridad aprovecha los viajes oficiales de la dependencia para la que trabaja para quedarse uno, dos o varios días más para seguir la fiesta y presumirla en sus redes sociales. De esta manera, tratará de asegurarse de que sus amigos lo vean como una persona cosmopolita, abierto al mundo, y que de alguna manera ha llegado a la Cima del Mundo.

No te pierdas más entregas de esta singular clase política donde el pudor no es un valor, sino una palabra que va junto con pegado con mucho Sexo, pero sin Lágrimas.