TETIZ.- El niño, Ángel Yadiel Ramírez Borges, de ocho años de edad, murió de un infarto, luego de que un gallo lo persiguiera cuando se dirigía a la casa de su tío, los hechos ocurrieron el pasado domingo, en la calle 25 con 11 del sector San Mateo, de esta localidad.

El señor Olegario Borges Chim explicó que su nieto llegó a esta comunidad hace 15 días, procedente de Mérida, para pasar sus vacaciones.

La tarde del domingo el niño, sus primos y otros parientes se metieron a bañar en la piscina que está en el predio; a las 18 horas el menor salió y se dirigió a la casa de su tío, al fondo del mismo terreno.

De pronto un gallo de color rojo, pelón, se salió del gallinero y persiguió al niño, quien gritando corrió unos 20 metros hasta que la abuela salió de la casa.

La abuela abrazó al pequeño, se percató de que estaba muy agitado y le preguntó qué había ocurrido. El niño le explicó que lo había correteado un gallo y luego se desmayó.

Desesperados, los abuelos lo abrazaron y trasladaron a la clínica del IMSS-Prospera, en la calle 20 entre 13 y 15, pero lo encontraron cerrado y sin personal.

Los familiares le hicieron señas a un conductor que pasaba por ahí para que se detuviera y luego de explicarle su problema, el guiador aceptó llevarlos a la clínica del IMSS en Hunucmá, a unos nueve kilómetros.

En la entrada de esa población había un retén. Luego de percatarse del problema, los policías les brindaron a los familiares una patrulla para que los escoltara urgentemente hasta la clínica.

Ahí les dijeron que no había nada que hacer, pues el menor ya estaba muerto

El abuelo reveló que su nieto, quien vive con él en Mérida, padecía de un problema congénito en el corazón, en una de las válvulas.

Aunque personal de la Fiscalía General del Estado se presentó en la clínica del IMSS, al final se entregó el cadáver a la familia, pues el médico que atendió al menor dio a conocer a los primeros, el padecimiento de éste.

El cadáver fue velado en la casa de su abuelo y a las seis de la tarde salió el cortejo fúnebre que llevará al cementerio municipal.

DIARIO DE YUCATÁN