CELESTÚN.- Totalmente sitiado por decenas de agentes de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) amaneció ayer sábado el puerto de Celestún, luego del violento desalojo registrado la noche de anteayer y las primeras horas de ayer, de habitantes del puerto que protestaron y exigieron la renuncia del alcalde priista Leonel Rosado Mena, a quien acusan de apropiarse de terrenos y de pretender construir un cerco en torno a un amplio lote ubicado frente a la playa.

Ayer en el puerto se amaneció con dos sentimientos: la impotencia ante la presencia policíaca, que evitó que los vecinos ingresen al centro de la ciudad, y otro contra Rosado Mena, a quien responsabilizan de los hechos de anteanoche y las primeras horas de ayer.

Según se averiguó, el alcalde tuvo que ser sacado del puerto por las fuerzas estatales para evitar que sea blanco de alguna agresión de la enardecida población, que lo responsabiliza de la venta de otros terrenos del puerto y de apropiarse de lotes junto con su familia.

El alcalde salió escoltado del Palacio Municipal, aproximadamente a las 3 de la mañana, cuando el puerto prácticamente ya estaba sitiado y controlado por los agentes de la SSP que llegaron a bordo de entre 30 y 40 unidades de la corporación. Fue trasladado a Mérida.

A decir de no pocos vecinos, Rosado Mena ha logrado algo que pocas autoridades han conseguido, juntar a simpatizantes de todos los partidos, incluso del PRI, en su contra.

El principal motivo de ese sentimiento es que durante la intervención policíaca, de acuerdo con los vecinos, no se respetó a niños y mujeres, que fueron rociados con gas lacrimógeno y golpeados.

Asimismo, durante el operativo y en acciones posteriores, se realizaron detenciones, según algunos cálculos, de entre 40 y 60 personas, principalmente jóvenes que en su mayoría fueron trasladados a Mérida.

Entre las personas detenidas figuran Francisco Rodolfo Can Dzib, de 18 años de edad; Pablo Emiliano García Pinto, de 21, e Írving Barrera Chacón, de 15.

Desde temprana hora decenas de madres de familia, cuyos hijos no llegaron a sus casas, viajaron a Mérida con la finalidad de buscar informes ante la versión de que figuran entre los detenidos.

El cierre del centro de la ciudad, presuntamente para resguardar “la escena del crimen”, ocasionó serios perjuicios a comerciantes del sector, incluyendo a los del mercado municipal.

Los trabajadores de la sucursal de una conocida tienda de abarrotes no pudieron abrir por indicaciones de la Policía del Estado.

Cerca del cruce de las calles 10 con 11 se pudo observar un montículo de motocicletas quemadas.

Vecinos del puerto coincidieron en que las motocicletas, unas ocho, fueron apiladas y quemadas por los mismos agentes de la SSP.

Durante la gresca de anteanoche también fue quemada una construcción de madero y paja, ubicada en el parque principal, frente al mercado municipal, que servía como módulo de información turística. El fuego dañó una mata del parque.

En cuanto al origen del enfrentamiento, vecinos indicaron que fue el tesorero Raymundo Mena Ávila quien empujó a Marisela Pech Caamal, una de las mujeres que lograron ingresar a la oficina del alcalde, por lo que empezaron a reclamarle airadamente esta acción.

Al correrse el rumor afuera de que una de las mujeres había sido golpeada, aproximadamente a las 10:45 de la noche, la turba decidió romper el cerco de la policía municipal e ingresar al edificio donde se encuentra la oficina del primer edil.

El alcalde fue jaloneado y le rompieron la camisa, y ahí empezó la exigencia de que renuncie al cargo.

Casi una hora después llegaron las primeras camionetas antimotines al centro de la ciudad y, sin mediación alguna o advertencia, realizaron su operativo para desalojar a cerca de mil vecinos que se encontraban en ese lugar a esa hora.

De acuerdo con los vecinos, los antimotines “disparaban a diestra y siniestra” los cilindros de gas lacrimógeno.

Al parecer uno de los cilindros dio directamente al pie derecho de Manuel Iván Santana Maldonado, causándole lesiones.

Anteanoche corrió la versión de que se trató de una bala lo que le lesionó el pie a Santana Maldonado.

Le tiraban a dar al ciudadano, sin importar las lesiones que le pudieran ocasionar” aseguró ayer Santana Maldonado.

También dijo que fueron los policías quienes juntaron las motos, que dejaron sus dueños al ser desalojados del centro de la comunidad, y les prendieron fuego “con la intención de culpar después a los ciudadanos”.

Otra de las personas que resultó lesionada durante la operación policíaca fue Nicole Alexandra Palomar Romero, de 15 años de edad, quien resultó con un fuerte golpe en la espalda.

La menor explicó que ella y su esposo, Francisco Rodolfo Can Dzib, de 18 años de edad, salieron a comprar la cena y al llegar al centro de la ciudad fueron agredidos por los agentes de la SSP, quienes se llevaron detenido al segundo.

Cabe señalar que además de afectar el comercio en el centro de la ciudad, la presencia y el cerco policíaco afectaron al turismo.

Esperemos que este conflicto se resuelva lo más pronto posible a fin de evitar que se afecte por más días el sector turístico” comentó Wílberth Jesús Solís Lara, lanchero de la cooperativa Nueva Dzidzilam.

Yo soy originario de Tetiz y en el autobús en el que llegué a las 8 de la mañana venían varios turistas que al ver la situación en el puerto optaron por abordar el mismo autobús para regresar a Mérida” señaló Enrique Cuytún Canché, mesero del restaurante “Ávila”.

Hasta esta hora no he podido atender a un solo cliente, lo cual me afecta pues mi ingreso fuerte son las propinas” agregó Cuytún Canché, al ser entrevistado antes de la 1:30 p.m.

Cabe señalar que aproximadamente a las 10 de la mañana empezó a correr el rumor de que entre las 12 y la 1 de la tarde, llegaría a este puerto el gobernador Rolando Zapata Bello, pero hasta las 4 p.m. no había llegado, ni tampoco enviado a algún representante.

Hasta esa hora, el centro de la comunidad seguía en poder de los agentes de la SSP, cuyos elementos también permanecían a la altura del puente, único acceso por tierra a este puerto.

También se observó a agentes policíacos a la entrada de Kinchil, a la altura de la secundaria, y en el cruce de la carretera Kinchil-Celestún, que conduce a Chunchucmil, se reforzó la presencia policíaca.

Los agentes de la SSP llegaron acompañados de dos pipas de bomberos e igual número de ambulancias.

DIARIO DE YUCATÁN