MÉRIDA.- Alondra de la Parra, Natalia Lafourcade y la Orquesta Filarmónica del Caribe unen su talento para engrandecer más las letras de ilustres compositores de México, como Moncayo, cuyo famoso Huapango permitió a la joven directora lucirse en un vaivén de ritmo, entrega y pasión.

¿Natalia? No necesitó más que su peculiar tono de voz para realzar -ante más de seis mil personas reunidas en El Coliseo Yucatán-, canciones mexicanas que fueron escritas con letras de oro, como “Cielito lindo”, creada hace 135 años por Quirino Mendoza y Cortés.

En el concierto sinfónico, el amor por México fue palpante, dejaba florecer el orgullo y enchinaba tanto la piel que dolía…

Sí, el orgullo crecía a medida que los arreglos sinfónicos sonaban para renovar obras de Agustín Lara (“Solamente una vez”, “Farolito” y “Veracruz”), María Teresa Lara (“Piensa en mí”), María Greever (“Te quiero, dijiste”), José Alfredo Jiménez (“Amanecí en tus brazos”), Gonzalo Curiel (“Vereda tropical”), Alfonso Esparza Oteo (“Un viejo amor”), Tomás Méndez (“Cucurrucucú Paloma”), Juventino Rosas (“Sobre las olas”), Natalia Lafourcade (“Un derecho de nacimiento” y “He llegado a Yucatán”) y un tema del dominio popular que sigue cautivando al mundo: “La llorona”, que fue interpretada en dos ocasiones.

Alondra y Natalia se ganaron al público, lo envolvieron en un profundo y “Travieso carmesí”.