MÉRIDA.- Hoy domingo 4 de junio, el priismo de Yucatán tendrá fijos los ojos en el Estado de México, ya que para nadie es un secreto que, si el PRI gana la elección a gobernador, el diputado federal Jorge Carlos Ramírez Marín tendrá todas las posibilidades de ser el próximo candidato a la gubernatura de Yucatán en 2018.

Si el PRI gana, difícilmente alguien le pondría un “pero” al famoso gordo Marín, un político de grandes ligaspues, para empezar, habrá cumplido una encomienda directa de Los Pinos.

En segundo lugar habrá quedado bien con un poderoso grupo de políticos y empresarios que tienen como bastión a Edomex y, en tercero, habrá cumplido también con su amigo Alfredo del Mazo, candidato del PRI a la gubernatura del Estado más poblado del país y el de mayor peso político de los que están en juego en esta jornada electoral.

Todo parece indicar que Alfredo del Mazo tiene muchas posibilidades de ganar ante la pulverización del voto opositor; el voto está muy dividido entre los demás partidos; el decepcionante papel que tuvo la panista Josefina Vázquez Mota, y el certero golpe a los morenistas Delfina Gómez y López Obrador con los videoescándalos de Eva Cadena, captada in fraganti agarrando dinero. A eso habrá que sumarle la capacidad del PRI de mover a toda la maquinaria que ha aceitado para este domingo.

Se dice que Alfredo del Mazo le ha ofrecido a Ramírez Marín que, si gana la gubernatura, el político yucateco contará con el gobernador más poderoso del país para apuntalar sus aspiraciones rumbo a 2018. Amor con amor se paga.

Es cierto que el político mexiquense puede perder la elección, existe esa posibilidad, pues no hay nada escrito en una contienda. Pero, aún en este escenario adverso, Ramírez Marín no pierde.

Y no pierde porque el yucateco ya cumplió su chamba: Del Mazo estaba en la lona al inicio de la campaña, cuando nadie apostaba a que levantaría su imagen y a sus posibilidades de triunfo. Lo daban prácticamente por muerto.

Hoy, no sólo se ha levantado y se ha colocado en la pelea, sino está a un paso de ganar la gubernatura. Parte de este importante y trascendental logro para el priismo se debe a Ramírez Marín, delegado especial del PRI en Edomex y representante de su partido ante el Instituto Nacional Electoral.

El político yucateco es quien ha dado la cara por Del Mazo, se la ha jugado con él y ha asumido un papel importante en esta contienda.

Así las cosas, aún en el caso de que Del Mazo no gane, el “peor escenario” para el político yucateco es que se vaya al Senado y sea incluso el líder de la Cámara Alta. Nadie le regatea su experiencia legislativa y su habilidad para operar y lograr consensos con los demás partidos.

Para quienes quisieran ver “caído”  a Ramírez Marín,  lo cierto es que, en cualquier escenario y como lo quieran poner, el gordo Marín ya ganó. O va a la gubernatura o, al Senado y no slo como chen senador, sino como líder del Senado. Si ir al Senado como líder de la Cámara Alta ya muchos quisieran ya quisieran muchos estar en su lugar.

La razón es muy sencilla: sabe la chamba, está bien parado arriba y tendría, desde luego, un premio de consolación por habérsela jugado en Edomex, con Del Mazo y con Los Pinos.

Pero, como en el béisbol y como sabiamente dijo Yogi Berra “esto no se acaba hasta que se acaba”,  falta ver el último out. Hoy domingo es el día “D” y no sólo se juega el Estado de México sino el resultado también tendría repercusiones en Yucatán. Eso es un hecho, pero al tiempo, tiempo, sólo es cuestión de horas para saber cómo termina este episodio, clave en las aspiraciones del gordo Marín.