MÉRIDA.- Las audiencias que supuestamente deben ser públicas, de acuerdo al principio de Publicidad, del Nuevo Sistema de Justicia Penal, realmente no lo son, porque la página electrónica del Poder Judicial del Estado nunca se encuentra actualizada.

Litigantes, partes, prensa y público en general, es decir, cualquier interesado en asistir a alguna audiencia en particular, prácticamente tiene que hacer malabares y adivinar por medio de alguna “bola de cristal” la fecha, hora y sala en que se efectuará.

Indagando un poco en el asunto, se supo que las administradoras de sala, que supuestamente deberían mantener el orden y actualizada la programación de las audiencias, no lo hacen porque están más enfocadas en hostigar a su personal que por ver por su trabajo.

Este problema se acrecentó a raíz de la mudanza de los integrantes del Consejo de la Judicatura del Poder Judicial a las instalaciones del Centro de Justicia Oral de Mérida (CEJOM), pues esas funcionarias están más preocupadas en “quedar bien” con sus jefes, “imponiendo orden”, que cumplir con su cometido.

Cuando algún representante de un medio de comunicación, que no le caiga muy bien a la coordinadora de protocolo y comunicación social del Poder Judicial, por no hacerle la barba a sus jefes, se atreve a preguntar, tiene siempre dos respuestas: una tardía y grosera contestación o una negativa a su petición.

La solicitud es una, que haga su trabajo con cortesía, prontitud y educación, pues en lugar de ayudar a mejorar la maltrecha imagen de la institución que representa, sólo le genera más problemas.