MÉRIDA.- Perdida en un “poder” que ha tenido gracias a la suerte y que es experta en el arte e lambisconear y embaucar a tontos, la senadora por azares del destino (Rosa Adriana Díaz Lizama) perdió la brújula y en medio de su “mente extraviada” (lost your mind) se ha empeñado en un estéril pleito contra el Comité Directivo Estatal, en especial contra la vocera de Raúl Paz Alonzo.

Desde hace varios días la Buctzotzlovaca se empeña en ver lo que comenta Nora Pérez, vocera del PAN estatal y busca atacarla, ya sea con ofensas o busca que la critiquen por medio de comentarios insidiosos.

Parece que a la legisladora nunca se le dará la política de altura, sino sólo el camino de la intriga, de la lambisconería y de la traición; rebajarse a atacar a alguien por el Facebook demerita a un político que se supone debe representar dignamente a los ciudadanos.

El último desliz de la Butztzlovaca fue que enfureció porque la vocera del PAN comentó que los alcaldes del Estado de México apoyan a Rafael Moreno Valle porque conocen su trabajo; en reacción con el hígado, la senadora por azares del destino aseguró que Paz dijo que la opinión de los alcaldes no cuenta.

Entendemos que en su cabeza no le alcance para comprender a cabalidad cómo es la democracia -como mi abuela decía, “no le puedes pedir peras al olmo”-, y nos da pena que tengamos legisladores de este nivel, más preocupados en cosas triviales y sin importancia, más enfocada en lograr sus ambiciones personales, que en buscar realmente mejorar al país.

“Mauricio Vila no sabe qué clase de escorpión se echó al pecho al hacer alianza con ella, pues los que conocen su trayectoria saben que sólo trabaja para ella, sino que se lo pregunten a Totoyo, a quien le vio la cara de pen…”, afirmó un panista que conoce exactamente con “pelos y señales” la historia política de la ex ahijada política de la “Tía Betty”.

Es tan corta su visión y mucha su ambición que ella cree que todos los panistas deben apoyar a Margarita Zavala y si alguien no lo hace lo ataca, demostrando que tiene una mente cerrada, cero tolerancia y autoritarismo, indicó otro entrevistado.