HUNUCMÁ.— “No me imaginé que también me pasara, pues luego del incendio que destruyó el taller de mi hermano, nosotros empezamos a tener más pendientes los equipos eléctricos que nos sirven, comentó Miguel Novelo Castilla, cuya fábrica de calzado, ubicada en la calle 30 entre 35 y 37, fue devorada la madrugada de ayer domingo por un fuerte incendio.

Al igual que sucedió con el taller de su hermano Manuel Novelo Castilla, apenas el 10 de marzo pasado, el fuego acabó con el patrimonio familiar de Miguel Novelo.

La fábrica de Miguel Novelo, denominada “Zapatería Novelo”, era otro de los principales talleres de esta ciudad. Como publicamos, el viernes 10 de marzo, Manuel Novelo Castilla perdió su taller de la zapatería “Soledad”, que estaba en la calle 32 entre 25 y 27 del Centro.

Ayer, el siniestro se inició minutos antes de las 6 de la mañana y las llamas consumieron unas 10 máquinas, cientos de hormas de zapato y otros materiales que se utilizan en la actividad, como pieles sintéticas, pegamentos y solventes.

El siniestro fue detectado aproximadamente a las 4 de la mañana por Lizbeth Rodríguez Castilla, cuando se disponía a iniciar su venta de cochinita, en el cruce de la calle 30 con 37.

—Me percaté que salía fuerte columna de humo y enseguida me imaginé que se trataba del taller de don Miguel, de modo que rápidamente fui a avisar a sus hermanos que viven en predios aledaños —explicó Lizbeth Rodríguez.

Dijo que casi de inmediato, los familiares y otros vecinos del rumbo se dieron a la tarea de sofocar el incendio y de rescatar parte de la producción que se encontraba en la parte delantera del predio donde funciona el taller.

Cabe señalar que la vivienda familiar de Miguel Novelo se encuentra en la parte frontal del taller; sin embargo, en ese momento nadie se encontraban, pues habían acudido de paseo a Chicxulub. Los bomberos, que llegaron minutos antes de las 5 de la mañana, tuvieron que ingresar al taller por la parte posterior.

El tragahumos Manuel Solís Maldonado, cuya unidad, la 718, fue la primera en llegar al lugar, resultó con quemaduras en la mano izquierda cuando uno de los muros colapsó y estuvo a punto de caer sobre su cuerpo.

Jorge Martínez, testigo de los hechos, dijo que el bombero evitó quedar sepultado al estar algo distante del muro y lograr esquivarlo. A la unidad 781 se sumaron la 793, que llegó a las 5:40 de la mañana, y la 861, a las 6. También hicieron acto de presencia agentes de la Policía Municipall, al mando del subdirector Rolando Koyoc Pat, quienes apoyaron la labor de los bomberos, y agentes y paramédicos de la SSP, estos últimos a bordo de la ambulancia 21-G.

A pesar de la presencia de los bomberos, poco se pudo hacer para evitar que el fuego consumiera en su totalidad el taller de zapatos.

Aunque el fuego no llegó al interior de la vivienda familiar, ésta se llenó de humo negro y ocasionó la muerte de dos perros que estaban resguardados en uno de los cuartos. La labor de los bomberos finalizó minutos después de las 6 de la mañana.

Las pérdidas por el incendio se calcularon en poco más de $250,000 según las primeras apreciaciones por parte de la Policía Municipal. (Diario de Yucatán)