FRANCIA.— Podría ser el “Baywatch” del futuro. El dron de rescate, innovadora iniciativa salvavidas, de nuevo está surcando el cielo de las populares playas del Atlántico francés todo este verano.

Tras el éxito que tuvieron después de su lanzamiento en 2016, tres drones salvavidas son operados en la región suroeste de Nouvelle-Aquitaine hasta septiembre para ayudar a rescatar a bañistas que tienen problemas en salir del agua.

A 80 kilómetros por hora, el dron de 3.9 kilos llega a la zona de peligro cuatro minutos más rápido que un salvavidas y está programado para llevar y soltar una boya salvavidas para los bañistas en aprietos.

Anthony Gavend, representante de la empresa de drones Helper, dijo que el tiempo que se ahorra “marca la diferencia entre la vida y muerte”.

Gavend agregó que era la primera iniciativa de su tipo en el mundo y que el año pasado ayudó a unos 50 bañistas en peligro.

En otro asunto relacionado con los drones, dos aviones que se disponían a aterrizar este domingo en el aeropuerto Humberto Delgado de Lisboa tuvieron que abortar su maniobra a causa de un dron que sobrevolaba en las proximidades de la pista de aterrizaje.

El incidente fue revelado por Aeropuertos de Portugal (ANA), gestora de los aeródromos del país, que confirmó que la decisión fue tomada por la torre de control después de que varios pilotos informaran de la presencia del aparato.

Al recibir la orden de abortar la maniobra de aproximación, uno de los aviones decidió cambiar el rumbo y aterrizar en Oporto, a más de 300 kilómetros al norte de la capital portuguesa, en tanto que el otro descendió pasados unos minutos al aeropuerto Humberto Delgado.

Con este último episodio son ya 18 los incidentes entre drones y aviones comerciales registrados en lo que va de año en Portugal, una situación que ha llevado al gobierno portugués a aprobar hace apenas dos semanas una nueva normativa para disuadir a quienes piloten estos aparatos demasiado cerca de los aeropuertos.

Las nuevas normas, recogidas en un decreto-ley que se espera entre en vigor a finales de año, obligan a registrar todas las aeronaves de más de 250 gramos, incluidas las de construcción casera, a fin de facilitar la identificación de los infractores.

Además, actualizan las multas para quienes infrinjan la ley, que podrán ascender a 2,500 euros, en tanto que establecen que los menores de 16 años que operen drones con un peso igual o superior a 900 gramos deben estar acompañados por su tutor legal.

La actividad de estas pequeñas aeronaves pilotadas de forma remota estaba regulada en Portugal desde el pasado enero por la Autoridad Nacional de Aviación Civil (ANAC), que prohíbe a los drones volar a más de 120 metros de altura y en las “áreas de aproximación y despegue de un aeropuerto”.

Los drones de la Agencia Gallega de Emergencias (Axega), en España, buscan a un anciano de 78 años que desapareció el sábado pasado en el municipio coruñés de Betanzos.

El varón, vecino de la calle Manuel Naveira lleva un paradero desconocido desde la mañana del sábado, aunque Protección Civil esperó hasta ayer para llamar a emergencias.

Tras el aviso, se han desplegado los aviones no tripulados en la zona de Pedrido junto a la Guardia Civil y miembros de Protección Civil. (Diario de Yucatán)