AGUASCALIENTES.- Aunque no posee una cifra exacta, Everardo Domínguez Landa, vicepresidente de Central Mexicana de Alcohólicos Anónimos, alertó que se redujo la edad en la que las personas comienzan a consumir bebidas embriagantes, detectando a niños de hasta ocho años con este problema.

 

Hemos llegado a un grado extremo y muy doloroso, donde vemos a niños de ocho o diez años que tienen acceso al alcohol, se ha notado mucho en las zonas rurales, donde las fiestas están descontroladas y los padres no vigilan a sus hijos, entonces el niño empieza a tomar cerveza… a los ocho años toman dos o tres cervezas, se van a un rincón y están los cuatro niños ya adquiriendo la bebida, un par de años después caen en un problema de alcoholismo”.

Dentro de los grupos de Alcohólicos Anónimos “tenemos a niños de 11 años que entran al programa y cuando nos platican nos dicen ‘yo ya tenía varios años bebiendo’… un niño de 11 años te dice que ya tenía tres años con este problema”.

El vicepresidente de Central Mexicana insistió en que “en zonas rurales, independientemente de la parte del país, hemos visto este fenómeno, por ejemplo en Sonora, en Oaxaca, es en la zona rural donde más se padece este problema”.

Asimismo, indicó que “en Aguascalientes tenemos algunos compañeros de 14 años que llegan a los grupos”.

Resaltó que este fenómeno en los menores proviene más allá de la influencia de los padres bebedores, del desinterés o descuido de los progenitores.

En contraste, Domínguez explicó que “las niñas vienen en menor cantidad a Alcohólicos Anónimos, aunque alertó están sufriendo el mismo problema que los varones, pero en su casa, ya que no llegan a los grupos; sin embargo, cuando se presentan con nosotros tiene el mismo trato respetuoso y de ayuda para que dejen la bebida”.

En estos casos, el representante señaló que es más fácil que un menor de edad se recupere de la enfermedad del alcoholismo que un adulto.

Sí, porque a final de cuentas tiene mucho que ver el problema de estima familiar, porque si el alcohólico ya fue rechazado por la sociedad y en su casa, ya no encuentra un territorio en dónde estar, o sea no hay un ser humano a su alrededor que le tenga estima y cuando llega a un grupo encuentra a seis u ocho personas que le abrazan, le ofrecen una taza de café y empieza a decir ¿cómo es posible si ya me rechazo hasta mi familia?”

En este sentido, explicó que tanto adolescentes como menores de edad reciben el mismo trato que los adultos para que puedan superar la enfermedad.

Es el mismo tratamiento, la invitación es que lleguen todos los días, durante hora y media, o sea ahí no los anexamos, no los guardamos, no les damos medicamentos… están hora y media escuchando, participando, compartiendo… haz la catarsis, pon atención a lo que digan los demás y empieza con tu primer paso; empieza con el primer paso de aceptar que eres alcohólico”, finalizó.

EXCELSIOR.-