MÉRIDA.- Como era de esperarse y después de haber sido inhabilitado durante tres años para ocupar cargos públicos, por haberse autoliquidado con más de medio millón de peso, Santiago Alamilla Bazán demandó ante la Fiscalía General del Estado al alcalde Mauricio Vila Dosal y a quienes resulten responsables de lavado de dinero.

“Sabíamos que el ex director del rastro en su desesperación haría una cosa así, pues es una persona cuyo ego es infinito, además de que su gente cercana sabe que él padece un serio desequilibrio mental, de modo que acude al psiquiatra  cuando menos dos veces al mes y toma medicamentos para controlar su trastorno”, indicó una fuente relacionada con este caso.

Nuestro informante agregó que, debido a esa enfermedad no se da cuenta de que las acusaciones que hace son serias y que deberá presentar pruebas (que no existen) para probar su acusación.

El viernes anterior, el Cabildo inhabilitó por un período de tres años a Alamilla Bazán, tal y como anticipamos, por haberse autoliquidado del rastro municipal con poco más de medio millón de pesos, lo que hizo días después de haber renunciado.

Según la denuncia, Alamilla Bazán alega  que Mauricio Vila “lava dinero por medio de empresas fantasma” lo cual es mentira,  ya que es bien sabido que los contratos del municipio se otorgan mediante licitación pública, lo que quiere decir que cualquiera puede concursar, incluso el primo del primo como el acusa o un regidor de otro municipio, pues la ley no se lo prohíbe siempre y cuando cumpla con los requisitos solicitados en la convocatoria.

Las empresas no tienen por qué ser de Mérida, sino que lo que se busca es que tengan la capacidad de prestar los servicios contratados a un precio justo, lo que consta en las bitácoras, precisó nuestro entrevistado, quien trabaja en Servicios Públicos Municipales.

Santiago Alamilla es conocido por tomar partes de documentos oficiales y querer manipular la información; tergiversa el contenido y aprovecha la cobertura que le dan ciertos “medios”, pues la mayoría de la gente no conoce los procesos ni sabe de qué forma se otorgan los servicios que contrata el municipio y mucho menos los procesos para pagar a los proveedores, indicó nuestra fuente, quien agregó que esos “medios” deberían de tomar en cuenta el revanchismo del que quiere hacer uso Alamilla Bazán así como su “condición enfermiza”.

Sin embargo, él sí fue inhabilitado por autoliquidarse y usurpar funciones, ya que los servicios que contrató en el rastro no los sometió al proceso de licitación; el muy corrupto lo dividió en partes de menos de 200 mil pesos para asignarlos a empresas de sus amigos cercanos, lo que fue descubierto y denunciado en su momento por empleados y por la regidora Milagros Romero Bastarrachea, con la que se ensañó y quiso desprestigiar y que al final fueron las irregularidades por la que se le prohibió  trabajar como servidor público cuando menos los próximos tres años, finalizó nuestro entrevistado.