MÉRIDA.- En la audiencia de vinculación a proceso en contra de los sujetos que tuvieron que ver en la muerte del ex custodio del INAH, Carlos Alberto Pérez Álvarez (a) “Cabinho”, se dejó en libertad a José David Flores Morales por haber cooperado con las autoridades.

La juez de control Elsy del Carmen Villanueva Segura procedió a vincular al presunto asesino material, Juan Pablo Arrioja Osorio.

Estableció la prisión preventiva contra de Arrioja Osorio por todo el tiempo que dure el proceso y el cierre de investigación en tres meses. El acusado del crimen fue denunciado por Alberto Carlos Pérez Toscano, hijo del malogrado ex trabajador del INAH.

Flores Morales se acogió a una salida alterna para no estar en prisión, ya que acudió a las autoridades para acusar a Arrioja Osorio, al decir que fue éste quien asesinó al ex custodio.

Supuestamente estaba arrepentido, al saber de la muerte de esta persona.

El jueves 10 de agosto, Mario Rebolledo fue condenado por un tribunal: Puede usar un recurso de casación contra el fallo Flores Morales fue a casa de su amigo Arrioja Osorio, para pedirle hospedaje (predio número 227 de la calle 52 entre 51 y 53 de la colonia Nueva Hidalgo), en donde empezaron a ingerir bebidas embriagantes.

Como se les gastó el dinero para seguir emborrachándose, decidieron ir a casa de “Cabinho” en busca de algo para robar y vender, pues sabía Juan Pablo que vivía solo y era un adicto a las drogas y bebidas alcohólicas como él.

Al llegar al predio del ahora occiso (número 209 de la calle 53 con 49, de la misma colonia), fueron sorprendidos por el dueño, al que sometieron y golpearon, para robarle lo poco de valor que tenía.

Sin embargo, Juan Pablo lo lesionó seriamente al someterlo, ya que le puso el brazo alrededor del cuello y acabó asfixiándolo.

Después siguieron ingiriendo bebidas embriagantes y al día siguiente, cuando estaban en la calle, riñeron y fueron detenidos por la policía por disturbio.

Al enterarse de la muerte del ex custodio, José David se presentó a declarar, para salir del problema, sin importarle echar de cabeza a su amigo.