MÉRIDA.- Después de dos años, el regidor panista Rommel Uribe Capetillo brilla por su ausencia en las oficinas edilicias, ya que sólo va al palacio municipal cuando hay sesión de Cabildo, de modo que supera ampliamente a Merari Sánchez Roca, quien va dos veces a la semana.

Uribe Capetillo se la pasa en las oficinas de Desarrollo Urbano y en otras dependencias, para ver que las obras de sus amigos se paguen y así obtenga su “mochada”: Su verdadero trabajo es ver que le den obras a sus amigos, aligerar permisos a sus cuates y colar alguna de sus empresas para obtener dinero.

Merari se la pasa viendo que sus “bisnes” con las dependencias de la Comuna marchen bien, en especial en la policía municipal, de modo que dos veces a la quincena va al palacio municipal. Ahora está en campaña porque quiere ser diputado local por el II Distrito.