CIUDAD DE MÉXICO.- Cuando el calor apremia, transpirar es el modo que tiene el organismo para liberar temperatura corporal. Pero muchas veces el sudor se convierte en algo molesto y limitante y deja de ser algo normal para convertirse en una patología. En esos casos hay que hablar de hiperhidrosis.

 

Las personas con hiperhidrosis transpiran más de lo normal, incluso en los días que no hace demasiado calor y aunque no realicen actividad física. Producen hasta cinco veces más sudor que el necesario para regular la temperatura del cuerpo, suelen manchar la ropa y su calzado y tener constantemente mojadas las axilas, manos y pies.

El doctor Diego Angelillo es médico especialista en cirugía de tórax (MN 87942) y director de Red Hiperhidrosis y explicó que “este trastorno suele comenzar en la infancia o pubertad y se extiende generalmente a lo largo de la vida”. “Se trata de una desregulación a nivel de las glándulas sudoríparas, que se distribuyen a lo largo de toda la superficie corporal, sin embargo su distribución es mayor en la zona de las axilas, y esta es la zona más comúnmente afectada -detalló-. En segundo lugar se dan el caso de las palmas de las manos y plantas de los pies”.

La hiperhidrosis se trata de un problema físico, que muchas veces afecta el aspecto psicológico y social de quien lo padece e influye en su estado anímico

“Cuando la sudoración, además, está acompañada por un olor fuerte y ácido se llama bromhidrosis y esto se produce cuando la glándula sudorípara produce un fluido espeso que al entrar en contacto con las bacterias de la superficie causa muchas veces olor desagradable”, agregó Angelillo.

¿Cuál es la causa de la hiperhidrosis? “No se conoce exactamente qué ocasiona la hiperhidrosis. Se sabe que 30-50% de los pacientes tienen un familiar que también sufre o sufrió esta condición, lo que sugiere un fuerte componente genético”, ahondó el especialista, quien remarcó que en ocasiones puede ser causada por estrés emocional (situaciones íntimas o públicas) o estrés físico (ejercicio, aumento de la temperatura corporal o ambiental)”.

El común denominador entre los pacientes que la padecen es que no logran reducir la transpiración excesiva usando productos que se encuentran a disposición en el mercado.

Toxina botulínica, un aliado clave

Angelillo subrayó que “en la actualidad, lo más novedoso para el tratamiento de la hiperhidrosis es la aplicación de toxina botulínica, que ofrece muy buenos resultados aunque no permanentes. Este procedimiento consiste en la utilización de una aguja fina a través de la cual se introduce la sustancia mediante pequeñas aplicaciones distribuidas en la zona que se desea tratar”.

“Su ventaja radica en la posibilidad de aplicarse en el consultorio, en una sola sesión, con resultados visiblemente rápidos, que se mantienen por 4-6 meses según el paciente”, especificó el especialista, quien aclaró: “Si bien se trata del mismo producto que se usa en medicina estética, la forma de aplicación difiere enormemente de la que se utiliza para eliminar arrugas. Hay diferencias tanto en la forma en que se aplica, la dosis y la distribución. Todo esto es lo que influye en el resultado final”.

Para casos severos, la cirugía torácica es una alternativa. Consiste en realizar dos pequeñas incisiones a la altura de la axila para luego cortar los nervios que llevan los impulsos nerviosos a las glándulas sudoríparas

Cuando se aplica toxina botulínica en el espesor de la piel de la zona axilar, a modo de tatuaje o mesoterapia, genera al cabo de 2-5 días una notable disminución de la sudoración, lo que se traduce en un cambio en la calidad de vida del paciente. Este tratamiento no genera incremento de sudoración en otras zonas del cuerpo, no interfiere con la depilación, transitoria ni permanente; tampoco requiere preparativos, ni cuidados posteriores y se realiza en una sola sesión de 15 minutos en el consultorio.

“Para casos severos, la cirugía torácica es una alternativa -agregó Angelillo-. Requiere anestesia general y consiste en realizar dos pequeñas incisiones a la altura de la axila para luego cortar los nervios que llevan los impulsos nerviosos a las glándulas sudoríparas”. En este caso, sí la recuperación es larga y se debe esperar 10 a 15 días para volver a realizar actividad física.

Cómo darse cuenta si se padece hiperhidrosis

– Sudoración excesiva en cualquier momento o durante todo el día
– Sentir como si las glándulas sudoríparas estuvieran activadas constantemente
– Nivel de sudoración que afecta a las actividades diarias en el terreno personal y profesional
– Pies y manos fríos y húmedos
– Deshidratación (sed constante)
– Dificultad para desempeñar tareas cotidianas debido a la cantidad de sudor

INFOBAE.-